Estancia en silencio y soledad, para que el alma vibre en armonía con la naturaleza y haya recarga de energías naturales, mientras aumentan los viajes de colombianos en territorio nacional.
¡El mar lo es todo!
Por Alfonso Noguera Aarón M.D.
La bahía de Cinto en jurisdicción del Parque Tayrona en Santa Marta, es una de las playas más bellas del mundo. Queda a unos 20 kilómetros al noreste de Santa Marta, cuyo único acceso es por lancha, vía marinera. Tuve el privilegio de disfrutar 3 días de la Semana Santa en sus solitarias playas de arenas blancas, un mar manso, profundo y azul cristalino, y verdes palmeras entre una floresta selvática y espesa. En el silencio y la soledad el alma vibra más en sí misma en armonía con la naturaleza. Vuelve uno al mundo como reiniciado y recargado de energías naturales, para seguir ofreciendo al prójimo la mejor versión de nosotros mismos.
Observé que ya se van viendo los resultados de las políticas de protección ecológica por parte de la Dirección de Parques Nacionales, y ya no hay la ominosa pesca explosiva con dinamita, y ojalá se regule un poco más la pesca indiscriminada, porque aún los pescadores de redes chinchorros sacan peces de muy poca talla, como machuelos, cojinoas, jureles, pargos, salmonetes, mojarras, etc.
También se requieren limpiezas periódicas para el retiro de detritos plásticos y demás basuras que afean y contaminan tan preciosos escenarios marineros. Se requiere una mayor vigilancia ecológica presencial y una permanente inducción de protección pesquera por parte de las autoridades pertinentes a los pescadores, pues, con la excusa de las necesidades personales, cometen crasos errores que precisamente más los afectan a ellos mismos, ya que la escasez de pesca actual es producto de esas malas prácticas.
El mar lo es todo, es vida, belleza, soledad, salud mental y corporal y fuentes de riquezas y portentos humanos, pero debemos cuidarlo como si fuera la sangre de nuestras venas.
Aumento, sin niveles prepandemia
En comparación con 2022, los resultados del turismo interno denotaron mejora en 2023, pero inferiores con lo alcanzado en 2019, antes de la pandemia.
Pero lo cierto es que cada vez más, los colombianos planean sus vacaciones y eligen realizar actividades turísticas en el interior del país, lo que además se traduce en crecimiento y desarrollo económico.
En 2023, alrededor de 1 millón 750 mil personas realizaron turismo interno, es decir, un 25 por ciento más que el millón 400 mil de 2022. Sin embargo, esta cifra significa un 18 por ciento menos al compararse con 2019, cuando se registraron 2 millones 100 mil.
“Es claro que hubo una mejora en el turismo interno, si se comparan con los resultados del año anterior, pero para alcanzar los índices que veníamos teniendo en prepandemia, es imprescindible seguir sumando esfuerzos, de la mano del Gobierno nacional, con acciones anteriormente realizadas, como la reducción del IVA de los tiquetes y la exención de este impuesto en servicios hoteleros y turísticos”, dijo la presidenta ejecutiva de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo-Anato Paula Cortés Calle.
Teniendo por fuente la Encuesta de Gasto Interno en el Turismo del DANE, Cortés Calle destacó que el gasto promedio diario en 2023 fue de 130.744 pesos, es decir, un 18 por ciento más con respecto a los 110.698 pesos del 2022. Sin embargo, el promedio de pernoctaciones, pasó de 4,5 noches en 2022, a 4,2 en 2023. “Este resultado no es positivo, teniendo en cuenta que si el gasto promedio diario creció, es por un aumento en costos que disminuye el tiempo de viaje, y no por un aumento del gasto total durante el viaje”, explicó la dirigente gremial.
Y agregó: “Si bien según el tipo de transporte que utilizan los colombianos, el aéreo tiene una participación del 15 por ciento; el terrestre particular, del 53 por ciento, y el terrestre público, un 27 por ciento, existen algunos aspectos en los que se debe seguir trabajando tal es el caso de la infraestructura vial y la seguridad en las regiones”.