Esteban Jaramillo Osorio se va, con sustento, contra ese periodismo que desinforma para ganar rating. Lo llama ‘el de las bocas mentirosas’, ese que, impúdicamente, se caracteriza por atizar conflictos con mentiras, manipulaciones y manoseos.
Las bocas mentirosas
Por Esteban Jaramillo Osorio
Hablo de periodismo. El serio, con rigor y credibilidad. Pero también el lisonjero y amarillista, acostumbrado a soltar rumores para ganar viralidad. El de las bocas mentirosas.
Quiero resaltar a los periodistas comprometidos, de gestos, voces y pensamientos; con ideas, palabras, estilos y liderazgo. Los que valoran la credibilidad como la máxima virtud.
Que han sobrevivido al empuje del periodismo canalla, que se caracteriza por atizar conflictos con mentiras, manipulaciones y manoseos. En informar sin respeto desde la cobardía del anonimato, por un punto en el rating. En un mundo de imposturas en el que ser mediocre es rentable y desinformar es un deporte.
Experto en irrespetar en los juicios de valores, dominados por el empuje perverso de las redes sociales.
Periodistas vampiro que se adjudican noticias ajenas, textos que no escribieron, entrevistas que no realizaron, o reportajes y crónicas que no prepararon. Plagiarios sin decencia.
Periodismo de ojo cínico acostumbrado a crear ídolos de papel, para luego derribarlos.
Que confunde las implicaciones de la caída de un ídolo, caso Rincón; lanza noticias sin sustento en la verdad, caso Egan Bernal falseando expectativas; salpica con críticas destructivas un desfallecimiento, caso Nairo Quintana; minimiza los efectos de un descalabro, como el de la selección Colombia; postula candidatos para reemplazar a Reinaldo Rueda, con las debidas rectificaciones de los directivos, motivados por empresarios generosos.
Sin memoria para los héroes del pasado, resta importancia al brillo de otros deportistas, porque el periodismo deportivo actual, es futbolero…Y desenfrenado.
Imagen destacada https://www.fabulasparaninos.com/