Ernesto Fabio Angulo Quintero, el bajo barítono vallenato que surca senderos operáticos y es miembro del Coro Filarmónico Juvenil de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, no se ha aguantado y, con la voz bien en alto, denuncia una serie de irregularidades que se registran en torno y en el interior de la acreditada agrupación sinfónica coral. Ernesto Fabio canta la tabla.
Imagen destacada: Coro Filarmónico Juvenil de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, tomada de filarmonicabogota.gov.co
DE ERNESTO ANGULO QUINTERO
Cantante lírico vallenato alza su voz,
no para cantar, sino para denunciar…
Presenta la situación crítica del Coro Filarmónico Juvenil y hace un llamado urgente —conmina— a «mejorar nuestras condiciones laborales y artísticas»
Bogotá, 15 de mayo de 2023
A quien pueda interesar,
Soy Ernesto Fabio Angulo Quintero, cantante lírico de Valledupar, egresado de música de la Universidad del Norte en Barranquilla. Desde hace siete años, formo parte del Coro Filarmónico Juvenil de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, donde llevamos la tradición musical vocal a distintos sectores y comunidades de la ciudad. Esta vez, levanto la voz no para cantar, sino para visibilizar lo que vivimos en el coro, desde mi perspectiva como corista y exjefe de cuerda de la agrupación.
Inestabilidad e incertidumbre en las contrataciones
Desde su creación en 2014, cada año el coro contrata 40 cantantes y un pianista (sometidos a audiciones anuales para ganarnos estos puestos), un director y un coordinador. Sin embargo, hay una falta de comunicación que impide saber cuándo comenzarán o terminarán estos contratos. Hemos sido incluidos en la programación de la OFB, para luego ser retirados sin previo aviso, impactando negativamente nuestros otros compromisos laborales y académicos. La preparación de estos programas muchas veces corre por nuestra propia cuenta antes de estar contratados. En los últimos dos años, la contratación se ha retrasado por la falta de un operador adecuado, lo que plantea interrogantes sobre por qué no se ha solucionado este problema en casi una década de funcionamiento del coro.
Precarización del trabajo y explotación del talento juvenil
Las condiciones del contrato dificultan encontrar empleos adicionales debido a los cambios repentinos en la programación, acompañados de amenazas de carácter legal por incumplimiento. Dejándonos en una situación inestable, insegura y de poca calidad. El pago que recibimos tampoco es coherente con estas exigencias y es el más bajo entre las agrupaciones de la OFB. Durante los últimos tres años, no ha habido aumentos salariales, esto sumado a la inflación, significa que cada vez recibimos menos por nuestro trabajo. Es fundamental también reconocer económicamente a los cantantes solistas seleccionados del coro y someterlos a audiciones que garanticen el acceso a estos trabajos y la calidad artística de las producciones; igualmente considerar reemplazarlos dentro del coro durante el tiempo necesario, ya que desempeñan un papel vital en el trabajo y la calidad artística del conjunto.
Respuestas frustrantes por parte de los administrativos
En nuestros múltiples intentos por comunicarnos con los administrativos o directivos de la OFB, hemos sido ignorados o recibido respuestas donde reconocen (verbalmente) que no recibimos el pago ni las condiciones que podrían darnos, pero prefieren crear nuevas agrupaciones. Advirtiéndonos que el coro podría terminar en cualquier momento y recalcando que es una oportunidad y nosotros decidimos si aprovecharla o no.
Irregularidades en la selección de los directores musicales
Por último, me preocupa profundamente la falta de transparencia en la selección de directores para las agrupaciones de la OFB. Hemos presenciado cambios arbitrarios sin justificación aparente que afectan negativamente la calidad artística y dificultan la consolidación de los procesos artísticos de las mismas. La ausencia de convocatorias públicas para estos cargos impide el acceso de personas ideales para nuestras agrupaciones.
Es urgente que la OFB y las autoridades tomen medidas para revisar los contratos y salarios, establecer una comunicación clara, y garantizar procesos transparentes de selección de directores, solistas y otros roles. De la mano de los integrantes del CFJ podemos encontrar soluciones justas para la agrupación y beneficiosas para la calidad artística de la Filarmónica en general.
Entiendo que muchos de mis compañeros temen por su futuro con la Filarmónica, por eso decidí redactar esta carta en mi nombre para expresar nuestras inquietudes. “Vos fugam capietis, et ego vadam immolari pro vobis”
Sinceramente,
Ernesto Fabio Angulo Quintero
Bajo-barítono
Integrante del Coro Filarmónico Juvenil – ernestomscn@gmail.com
Cantantes jóvenes de Bogotá se unen para expresar, por medio del canto írico, sus inconformidades
Integrantes del Coro Filarmónico Juvenil de la Orquesta Filarmónica de Bogotá denuncian exigencias incoherentes con los pagos y explotación del talento juvenil… Hablan de inestabilidad en las contrataciones y precarización laboral… Señalan que perciben los pagos más bajos en el gremio musical y aseguran que no se reconoce el trabajo que conlleva ser cantante… «Cuando hemos intentado comunicarnos, hemos sido ignorados o recibido respuestas injustas… Levantamos nuestra voz como sabemos hacerlo cantando para ser escuchados… Escúchennos por favor».