Sobre la primera línea del Himno Nacional —“cesó la horrible noche, la libertad sublime”—, Jorge Agudelo Moreno recrea su participación escrita en esta actualización y la perfila hacia un buen futuro con el gobierno Petro.
Cesó la horrible noche
Por Jorge Agudelo Moreno
La primera estrofa del himno nacional de Colombia, escrito por el expresidente Rafael Núñez, reza que “cesó la horrible noche, la libertad sublime”, pero actualmente, cuando se cumplen cuatro años del peor gobierno de la historia nacional, los pensadores libres, los periodistas independientes, los académicos y gran parte de la sociedad civil y de la comunidad internacional, nos alegramos porque con el advenimiento del gobierno del cambio de Gustavo Petro cesaron las horribles noches en Colombia y también esperamos exista una libertad sublime en el país…
Según la Real Academia Española, cesar tiene diferentes significados. Vamos a tomar el que establece como “dejar de hacer algo”. En el momento de la composición del himno, Núñez le hacía loas a la cesación de los abusos, torturas y asesinatos de los españoles con nuestros antepasados criollos, ya que, según registros históricos, la letra del himno surgió después de la independencia de Cartagena como un homenaje a tan histórico suceso.
Por otro lado, la palabra libertad proviene del latín libertas, ligado a la diosa Libertas, patrona de los hombres libres, quienes se diferenciaban de los esclavos. Asimismo, en inglés libertad se expresa como freedom, proveniente de una raíz indoeuropea que significa amar. Y a su vez la palabra miedo en inglés, afraid, viene de la misma raíz, usado como contraposición a la de libertad mediante el prefijo a por influencia del latín. En el caso de la palabra sublime, esta proviene de una categoría estética, que consiste fundamentalmente en una “grandeza” o, por así decir, belleza extrema, capaz de llevar al humano a un éxtasis más allá de su racionalidad. Es decir, que según Núñez y quienes decidieron que su magistral oda fuera la letra del himno, para la fecha en que se compuso, ya las horribles noches donde los españoles torturaban y asesinaban a los criollos habían concluido, y la libertad era un derecho adquirido gracias a las crueles luchas independistas lideradas por próceres como Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y Manuelita Sáenz, entre otros…
Este previo análisis nos lleva a un amplio debate y a la generación de nuevos interrogantes, luego de que, en la actualidad, Colombia se ha visto envuelto en nuevos episodios de pronunciada violencia con un extremo derramamiento de sangre en amplios territorios del país, comportamiento que esperamos desaparezca de Colombia a partir de que el nuevo gobierno consolide una paz integral y se empiecen a realizar las transformaciones que en materia social, económica y ambiental requiere a gritos la sociedad colombiana, que salió a votar masivamente el pasado 19 por el cambio verdadero que representa el hombre Caribe Gustavo Petro…
Cuando señalamos que cesó la horrible noche en Colombia, después de elegir con las más alta votación al presidente número 42 de nuestra historia, nos referimos a que Iván Duque deja un país descuadernado, que hizo trizas la paz, que en tres años consecutivos lideró el primer lugar como el país más corrupto del mundo, el primero en asesinar líderes sociales y ambientales y de ser el segundo país con el más alto índice de criminalidad en el mundo, después de El Congo, y el primero en América, seguido por México, Honduras, Paraguay y Panamá. Estas cifras nos demuestran la incapacidad que han demostrado los dirigentes de nuestra sociedad durante más de 200 años, para manejar el tema de la violencia, por ejemplo…
Pero si bien ha cesado la horrible noche para Colombia entera, también ha ocurrido de manera especial para Santa Marta y el departamento del Magdalena, como con acertado acento lo manifiesta el gobernador Carlos Caicedo cuando dice: “Con la llegada del presidente Gustavo Petro se acaba el bloqueo brutal y despiadado del gobierno Duque al Departamento. Eso es innegable, no lo pudieron ocultar. Pero como en sabio adagio: no hay mal que dure 100 años, ni pueblo que lo resista. Ha terminado la horrible noche”, y además indicó el gobernador que “Al Magdalena progresista la noticia de la elección de Gustavo Petro nos llega como un “bálsamo refrescante”, el triunfo de un progresista a la Presidencia. Luego de que salga el tristemente célebre Iván Duque, terminará el más brutal bloqueo al que hayan sometido a un Departamento en la historia del país, pues no hay antecedentes”…
Pues sí, qué barbaridad la actitud criminal del presidente Duque para con Santa Marta y el departamento del Magdalena, por eso los samarios y magdalenenses esperamos y estamos convencidos de que, así como el presidente Petro cumplirá con las promesas hecha a todos los colombianos, a Santa Marta, a través de la Superintendencia de Servicios Públicos, le devolverá la intervenida empresa Essmar y a través del nuevo Superintendente de salud devolverá el intervenido Hospital Central Julio Méndez Barreneche y la ESE Distrital Alejandro Próspero Reverand, y proveerá los recursos para que el gobernador impulse las obras más urgentes y prioritarias en los distintos municipios del Departamento, al igual que le cumplirá a los samarios con la Ley 1617 para garantizar las obras y proyectos del Plan Maestro 500 años, que nos permita en el 2025 celebrar con altura nuestra fundación…
Ya soplan buenos vientos, el gobierno de los Estados Unidos se comprometió a defender el proceso de paz y a tratar el tema del cambio climático, al igual que el ELN ya se pronunció en favor de retomar con el nuevo gobierno los diálogos de paz, lo cual nos muestra que, por fin, cesó la horrible noche en Colombia…
¡Ojalá así sea!