¡Con mácula!

¡Con mácula!

Presionado por gente de su país, al vestir la camiseta de Argentina y verse rodeado de compatriotas, Messi perdió aquel halo de sencillez y genio humilde que a tantos fascinaba. Por Jorge Alfonso Sierra Quintero.

Nota del director: con autorización de su autor —el amigo Jorge Alfonso Sierra Quintero— se publica esta nota en MIBLOG-El Muelle Caribe, tomada del Facebook de este barranquillero residente en Guadalajara, exquisito cronista y escritor y frecuente colaborador del magazín El Muelle Caribe, plantado en 336 números. Como Blog, ya llegamos a 12.

MESSI HOY

Manchar su historia

Por Jorge Alfonso Sierra Quintero

Un recuerdo para Lio Messi: Final de la Copa America 2015. Argentina cayó en la vía de los penales frente a Chile. Ningún jugador chileno lo fue a encarar ni a burlarse
de él. Al contrario, unos niños chilenos, primos del seleccionado Charles Aranguiz —imagen destacada—, se acercaron a consolarlo. ¿Lo olvidó? Eso es lo que hace el
victorioso digno con el derrotado… Antes, jugando en Europa, Lio no era así…

Cuando un ser humano trasgrede una norma, un comportamiento, una regla de la comunidad en la que vive, tiene al menos dos formas de recibir sanción: Una es la de la sociedad por medio de un juez o del señalamiento de muchos. Esta sanción suele considerarse que redime en algo al infractor.

Pero muchas veces el ser humano evade, por medio de artimañas, marrullerías y hasta de cinismos, esta sanción bien sea porque nadie lo observó, o porque una parte de la sociedad, inmoral o deshonesta como aquel, lo avala y lo perdona.

Aun así, hay una sanción de la cual ninguno escapamos: es la sanción moral, aquella que nos la grita nuestra conciencia y que, por mucho impudor que pregonemos, siempre llevaremos como un estilete en lo más hondo del ser.

Sin duda Leonel Messi es uno de los mejores jugadores de futbol de la historia. A millones nos ha deleitado con su fantástico juego, su forma inaudita de correr y desparramar contrarios en una cancha, como si fuese un fantasma sin nada físico, y al que nadie puede detener.

Messi nació en Argentina, y se hizo futbolista en España. Durante la mayor parte de su carrera este jugador impresionó además por su humildad, su sencillez, su forma casi miedosa de conducirse en público. Todo lo suyo era estar en un campo de futbol con un balón en sus pies. Allí desaparecía el ser tímido para convertirse en una autentica fantasía.

Por eso, en su país natal fue vilmente cuestionado por los narradores y opinadores de futbol, quienes lo estigmatizaban por no ser “canchero”, es decir, cínico, tramposo, altanero, fatuo, presuntuoso.

Y es que tal parece que hay dos tipos de argentinos: uno, el soberbio, el presumido, el arrogante, el deshonesto, el que siempre tiene que ganar “a como sea”. Y otro, el que se avergüenza del anterior, el decente, el que no admite realizar fechorías con tal de salirse con la suya, el que prefiere perder con dignidad que ganar con engaños.

Al marcarle de penal a Países Bajos por los cuartos de final de Catar/2022, Messi igualó la marca de Gabriel
Batistuta, quien lo felicitó por ello. Messi le respondió, con dejos de humildad.

Diego Armando Maradona, argentino como Messi, fue un caso típico de los primeros. Cuando metió la mano y le hizo un gol tramposo a Inglaterra, cínicamente la denominó “La mano de Dios”. Muchos de sus compatriotas le consintieron ese tipo de farsas vergonzosas. Siempre quería ganar a como fuera. Por eso, cuando el árbitro mexicano Edgardo Codesal sancionó un penal a favor de Alemania y en contra de Argentina en la final del mundial del 94, y con el que perdieron el campeonato, Maradona no se lo perdonó jamás. Nunca lo bajo de mafioso y de haber metido, ahí si, “su mano negra”.

Así, mientras Messi ha jugado en Europa, jamás se vio envuelto en pleitos o controversias. Pero fue tanto la presión a la que lo sometieron en su país, que al vestir la camiseta de Argentina y verse rodeado de compatriotas, Messi perdió aquel halo de sencillez y de genio humilde que a tantos nos fascinaba. Y ha salido a relucir en él un ser petulante, belicoso, irrespetuoso, arrogante y hasta fantoche.

Si Leonel Messi leyera, le recomendaríamos que lo hiciera con el libro “El futbol a sol y sombras” del escritor uruguayo Eduardo Galeano. Allí se enteraría de un compatriota suyo goleador, Omar Lorenzo Devanni, quien jugó en el Independiente Santa Fe de Bogotá, Colombia por allá por la década del 60 y 70 del siglo pasado. Y entendería lo que es la honestidad de la vida llevada a un campo de futbol.

Si Messi leyera, le recomendaría que hurgara en la vida de compatriotas suyos como los boxeadores Carlos Monzón o Sergio Víctor Palma, o en la del escritor Ernesto Sábato. Allí sabría lo que es la hidalguía con la derrota del contrario, o la transparencia al marchar por la vida.

Si Messi leyera, tal vez supiera la forma como su ídolo Maradona se expresó del equipo colombiano de fútbol previo a aquel inolvidable 5-0. Y entonces reconociera que al final del partido, ningún colombiano de burló del equipo argentino, ni le sacaron la lengua a Maradona, quien no tuvo mas que reconocer su error, y aplaudirlos.

O de pronto se enterara de un boxeador colombiano, Juanito Herrera, a quien quisieron un día unos jueces localistas y tramposos, darle un título que no había ganado sobre el ring. Juanito tomó el espurio cinturón en sus manos, y mientras le gritaba deshonestos a los jueces, iba y se lo entregaba en sus manos al contrincante diciéndole, “tómalo, tu eres el verdadero campeón. Me ganaste y no hay duda de eso”.

Si Messi así no leyera pero que al menos recuperara ese pudor y nobleza que tenia hace apenas unos pocos años, reconociera que en las semifinales de la Copa América, el portero de su selección, Martínez, le gritaba toda clase de improperios a los colombianos cuando iban a cobrar los penales. Y todos vimos el gesto vulgar de ese portero cuando le tapó el tiro a Yerry Mina. ¿Y los gritos de Messi contra el colombiano a pesar de que habían sido compañeros en el Barca? ¿Se olvidó ya de lo que él mismo hizo?

No podemos dejar pasar sin anotarlo, esas desmesuras vergonzosas de Messi y compañía contra el entrenador de Holanda y algunos de sus jugadores. La victoria tambien debe revestirse de hidalguía con el derrotado. ¿No vio el argentino el gesto del jugador norteamericano con el Iraní? ¿Ni el del hijo del jugador croata con Neymar?

No, no solo sería nobleza la que recuperaría Messi. También dejaría a un lado el cinismo y las vergonzosas manchas en su honor que al final de su exitosa carrera, está dejando en su historia.

Guadalajara, diciembre del 2022

El récord que Lionel Messi le tumbó a Gabriel Batistuta

El martes 13 de diciembre, ante Marruecos, Lionel Messi rompió la marca de goles en mundiales de Gabriel Batistuta vigente desde 2002: dejó a este con 10 y —con la posibilidad de conseguir más en la final— el número de dianas alcanzadas por Messi en mundiales es de 13.

A Batistuta lo había igualado el viernes 2 durante el paso de Argentina a cuartos de final al eliminar a Países Bajos.

El décimo y el décimo primero de Messi —ante Países Bajos y ante Marruecos—  han sido logrados por cobros de penal. Uno de los dos goles a Francia, de la misma manera.

Todo el mundo esperaba que Lionel siguiera aumentando esa marca y que, precisamente, fuera en la final —este domingo 18— frente a Francia, cuyo número 10 Kylian Mbappé igualaba con el argentino el titulo de goleador del Mundial de Catar/2022 con 5 tantos cada uno. Finalmente ganó el francés, con su tripleta a Argentina sumó 8 y le ganó a su compañero en el PSG, en el cual juegan junto con Neymar.

La marca de Batistuta se mantuvo durante 20 años. Y este felicitó a Messi —como se registra arriba— cuando lo alcanzó. Recordemos las cifras de estos dos goleadores:

Los de Batistuta

Messi (10), 13 goles… Batistuta (9), 10 goles… Los goleadores históricos de Argentina en mundiales.

*1994: 3 a Grecia y 1 a Rumania.
*1998: 1 a Japón, 3 a Jamaica, 1 a Inglaterra.
*2002: 1 a Nigeria.

Los de Messi

*2006: 1 a Serbia y Montenegro.
*2014: 1 a Bosnia Herzegovina, 1 a Irán y 2 a Nigeria.
*2018: 1 a Nigeria.
​*2022: 1 a Arabia Saudita, 1 a México, 1 a Australia, 1 a Países Bajos, 1 a Marruecos y 2 a Francia en la final.

Messi, con la #10, alcanzó la marca de Batistuta —quien en la selección jugo con la #9—, el viernes 2 al marcarle de penal a Países Bajos por los cuartos de final de Catar/2022. El último de Batistuta fue hace 20 años, en 2002, cuando Argentina derrotó 1 a 0 a Nigeria.