¡Cristalizó la esperanza!

¡Cristalizó la esperanza!

Vivos en la selva virgen, en la Amazonia —su selva madre—, fueron encontrados Lesly, de 13 años; Soleiny, de 9; Tien Noriel, de 4 y Cristin Neriman, de 1 año, los cuatro niños indígenas que sobrevivieron a un accidente aéreo. Tal acontecimiento o milagro animó a nuestro amigo y esporádico colaborador José Alfredo Meza Casadiego a escribir una nota al respecto.

Los encontraron

Por José Alfredo Meza Casadiego

40 días —como los que requirió el diluvio universal—, bastaron para hallarlos: ¡milagro!… ¡milagro!… ¡milagro!…

El país se llenó de júbilo, solo faltó que sonara el himno nacional y que Dios lo escuchara.

La guerrilla que combate al Estado colombiano desde tiempos inmemoriales, cuyo accionar y dominio incluye la selva —donde se pasea, como por su casa—, había hecho desplazar hacia otros lares a una familia indígena.

En su huida, para salvar sus vidas, abordaron la avioneta de la muerte, la cual se estrelló en medio de la indescifrable selva, accidente que causó la muerte a tres de sus siete ocupantes.

Cuatro menores indígenas, cuyos nombres me costará semanas para aprendérmelos, quedaron milagrosamente vivos y hay que contabilizarlos como el primer milagro. Extraviados en el abismo de la selva, iniciaron una caminata buscando una salida, y fueron internándose en una odisea sin fin, pero que, finalmente, tuvo un maravilloso final.

Las autoridades civiles, militares y diferentes etnias indígenas —hasta reportero de televisión para cubrir la noticia—, se vincularon a la búsqueda de los niños, internándose en la selva inhóspita, peligrosa por los animales y los grupos insurgentes.

Selva lluviosa y todo el tiempo como nocturno: los rayos del astro rey no podían vencer las murallas de sombras que proyectaban y proyectan los árboles gigantes y que solo permitían ver un horizonte de luz a una distancia del tamaño de las pestañas de los forasteros de esas zonas.

El milagro se ha consumado… La esperanza ha cristslizado: Lesly, Soleiny, Tien Noriel y Cristin Neriman están
vivos, tras 40 días tragados por la selva amazónica.

Los niños andaban bajo la dirección de la hermana mayor de 13 años de edad, que tenía conocimiento de cómo sobrevivir en un mundo desconocido para gran parte de la humanidad: “la selva” y lograron mantenerse vivos durante 40 días, sin dejarse atrapar por las garras de la muerte, produciéndose así el segundo milagro.

‘Operación Esperanza’, la llamaron para mantener vivo el propósito de lograr encontrar a los niños indígenas. Con una fe inquebrantable de herreros, fueron dando pasos milimétricos, como la vista les permitiera, para rastrear el área de selva donde podrían hallarlos, acompañados de Wilson un comando perruno, experto en búsqueda. Y fueron encontrando huellas, intuyendo que estaban vivos, aumentando las esperanzas de arrebatárselos a la madre selva….

Y así fue como se produjo el tercer milagro. ¡Los encontraron! Encontraron a los perdidos… Se había cristalizado la esperanza.

Perdido ahora está el perro, el comando Wilson, que ojalá no ande de parranda como dice la canción.

Encontrar a Wilson ha de ser el cuarto milagro.

Fotos presidencia de la República.