¿Cuáles distancias?

¿Cuáles distancias?

Un viejo amigo-web y colega del director de El Muelle Caribe en asuntos de letras: Emiliano Pintos, escritor y poeta chileno radicado en Argentina, y un puñado de argentinos juntos en sendos actos sociales… Con Emiliano, el director se abrazó, días atrás, el jueves 31 d agosto, en Buenos Aires, para recibir el poemario ‘Solsticio de junio’… Con el puñado de argentinos —Sebas, Caro, Lucas, Fito, Cris, Celeste, Mirco, Ricardo, Amalia y Mariano— lo hizo este sábado 2 de septiembre para compartir un delicioso asado. Eventos que forjan, esta vez, una calidosa miscelánea de notas al estilo de El Muelle Cribe y que manifiestan que entre amigos no existen distancias.

MISCELÁNEA de notas…

El poeta Emiliano Pintos y el cronista José Orellano en una cafetería bonarense.

Solsticio de junio en 16 40

Nos pusimos cita para las 9:00 de la mañana en ‘16 40 Café Resto’ de la diagonal Hipólito Yrigoyen en provincia Martínez, barrio San Isidro de Buenos Aires —aquí le llaman ‘partido’ al barrio—, pero el encuentro fue a las 8:30…

Yo apenas vengo conociendo sitios y establecimientos bonarenses y salí de casa con sobrada anticipación para no retrasarme en caso de que surgiera cualquier fortuito en el camino del aprendíz y él también se anticipó porque había salido muy temprano de Pilar, provincia donde reside, tratando de ser puntual con el visitante…

«Tomaremos tinto, como le dicen al café en tu país», me había dicho el poeta chileno Emiliano Pintos —radicado en Argentina— el día en que acordamos el encuentro…

En efecto, pedí un tinto… Y —a lo argentino—, para acompañar la infusión, en este caso brebaje cafetero, bebida negra, pedí un croissant, pero afortunadamente a la camarera que nos atendió alcancé a preguntarle algo sobre café y, sin haberlo pensado, frené su propósito de traerme un vino en correspondencia a mi solicitud…

«“¿Un vino tan temprano’”, me había dicho, pero…», dijo la joven. Y se fue a satisfacer nuestros reales pedidos. Sí… si en Argentina pedís un tinto, te servirán vino tinto…

En torno a nuestras pócimas, con Emiliano hablamos de política argentina, de seguridad e inseguridad en Buenos Aires, de villas de miseria, de poemas y perpetración de versos y de cultura, aterrizando en este último punto en la invitación que me han extendido para que asista el lunes 11 de septiembre a un evento sobre letras a realizarse en la casa ‘Leopoldo Lugones’, sede central de la Sociedad Argentina de Escritores, SADE…

Portada del poemario de Emiliano Pintos.

Se trata de una charla sobre la vida y obra del periodista, poeta y escritor nicaragüense Rubén Darío y que estará a cargo del arquitecto Martín Katz Darío, bisnieto argentino de Félix Rubén García Sarmiento, que era el nombre de pila del intelectual centroamericano…

El inicio de este encuentro está programado para las 5:00-6:00 P. M. (17-18 horas) en un sitio localizado en la calle Uruguay 1371, inmediaciones del Obelisco, en la capital de Argentina…

El sello de este encuentro con Emiliano Pintos fue la entrega que me hizo el vate de un ejemplar del libro-poemario de su autoría ‘Solsticio de junio’: 81 poemas —¿de pronto un número más?— que van «dedicados a todos aquellos que tienen la valentía de extender sus alas en busca de nuevos sueños»…

Emiliano Pintos se llama, realmente, Miguel Ángel Bahamonde Gutiérrez y su seudónimo tiene historia familiar acoplada con radionovelas-éxito en los tiempos de su nacimiento en las pampas chilenas —21 de julio de1965— y decisiones de la abuela de apellido Pinto que cambió el Emiliano inicialmente pensado por el Miguel Ángel-héroe de uno de aquellos melodramas radiofónicos narrados y dialogados por capítulos seguidos, día a día… El apellido de sus antepasados era en singular, Pinto, él lo pluralizó cuando asumió el ‘Emiliano Pintos’ como seudónimo…

«Que no te falte un abrazo en la tristeza ni un brindis en la vida por soñar… Cordialmente para mi amigo José Orellano en su viaje a Buenos Aires-Argentina… Emiliano Pintos… 31-08-2023», dice el poeta al dedicarme personalmente la obra en manuscrito, puño y letra, sinceridad y alma…

Un cálido abrazo de despedida y hasta el lunes11 de septiembre, amigo… Sigue dándole fuerte a los poemas y los relatos.

El horno abrasa lentamente los alimentos para el asado. Y
el cartelito de petición del aplauso para el asador.

De carnívoro y asado: ¡amistad!

La veneración a la carne y el asado como acto de sociabilidad son tradición argentina…

Y visitar el país más carnívoro de América Latina y salir un mes después de él sin haber participado de un asado familiar, es como si un barranquillero decidiera irse para la playa durante los cuatro días del Carnaval…

Gracias al entorno familiar argentino de Laura Carolina he podido disfrutar, acá en Buenos Aires, del placer de un asado familiar en casa de Sebas y Caro, padres de Lucas, el marido de mi hija, y con asistencia de Fito y Cris, abuelos de mi yerno, y también asistió la hermana de Lucas, Celeste, a quien acompañaba su novio Mirco… Y allí estuvieron igualmente Ricardo y Amalia, padres de Sebas y del reconocido actor, locutor, cantante y presentador Mariano Chiesa, quien andaba por aquí procedente de Miami…

Imperdonable ha de resultar que se me escape el nombre o el cariñoso apelativo de los presentes en el asado con quienes, entre sus varias familias, me sentí como en familia, a la postre familiarmente sumado a ellos por medio del vínculo matrimonial de mi hija radicada en estas tierras desde hace diez años…

Mucho de costumbres, tradiciones y hasta política argentina aprendí en este encuentro fraternal, especialmente en los diálogos con Fito, dueño de una prodigiosa memoria…

Parte de los nuevos amigos de José Orellano en Buenos Aires: Cris, Sebas, Fito y Lucas, el yerno.

Comimos chori-pan, chunchullo o chinchulines argentinos, morcilla sin arroz, papa, carne de res y cerdo asados al carbón y ‘endulzamos el alma’ con abundancia de postres típicos del país, entre cocteles, mate y café (tinto)…

De la adoración a la carne y el asado —con posterior endulzado— como acto de sociabilidad en Argentina, no hay duda…

Como tampoco hay duda de que Sebas es todo un señor asador a quien, necesariamente, teníamos que corresponderle con una salva de aplausos una vez digerida la primera parte del opíparo gesto amistoso con una muestra de la gastronomía argentina… Aplausos para Sebas, que así lo ‘proclama’ el ‘protocolo’…

Definitivamente, la prevalencia de la amistad… Para manifestarla, ¡no hay distancias!…Y si las hay, se recortan.

Piero… Nada de nada de José Orellano. ¿O sí?

Piero me dicen

«Piero vuelve a Buenos Aires», me ‘acusa’ por Facebook el colega periodista y amigo bogotano Guillermo Romero Salamanca…

«Si te piden que cantes ‘Mi viejo’, te confundieron», me reitera por la misma red social el presentador, colega periodista y amigo barranquillero Edgardo Caballero…

Mientras tanto, acá en Buenos Aires, en una recepción, una hermosa mujer se decide a inventarnos nombres a quienes hacemos su círculo y me dice: «Por tu apariencia y cabellera, tú eres Piero».

—No solo en Buenos Aires, también me ha pasado en Bogotá y en un hermosos pueblo llamado Villa de Leyva —le digo, mientras recuerdo a aquel par de niños que, enviados por sus respectivas madres, me preguntaron, durante una visita de turismo, en qué lugar de la colonial y adoquinada ciudad boyacense actuaría aquella noche…

“Piero”, me dicen… Y algunos me creen él…

Ñoquis y plata bajo el plato en 29 para la prosperidad.

Ñoquis en 29 y… ¡$!

Es costumbre arraigada entre todos los argentinos y, estando aquí en un 29, había que sumarse a un rito mensual que se cumple con religiosidad: en esa fecha y día, cada mes, cada integrante del núcleo familiar debe poner un billete debajo del plato en el cual, como alimento, se sirven ñoquis…

Ñoquis, una especie de pasta italiana que se elabora con papa, harina de trigo y queso de ricota, mantequilla, leche, huevo y queso rallado y se dividide en bolitas, que se cuecen en agua hirviendo con sal y que hacen parte de una leyenda que termina por justificar el ritual de comerlo en este día… La leyenda dice que «un 29 de diciembre, San Pantaleón llamó a la puerta de una pareja de campesinos y le pidió pan. Ellos lo invitaron a comer de su pobre mesa y a compartir los únicos siete ñoquis que les quedaba. El santo comió y, en agradecimiento con sus humildes anfitriones, les anunció que llegarían tiempos de bonanza y prosperidad»… Por esto el ceremonial hogareño replicado cada 29 del año casa por casa…

A mí me tocó participar este 29 de agosto y ahora espero que, como correspondencia, el ritual me traiga abundancia de dinero… Bueno: aunque gracias al subibaja del precio del dólar en pesos argentinos ya gozo de ‘súbita fortuna’… En mi billetera, para gastarla hasta el 17 del mes que ya corre con al anuncio de que han llegado los tiempos del bre, los cuatro últimos meses del año.

La pasión por la carne en ‘el carnívoro país de las vacas’, Argentina, va diluyéndose,
se esfuma. La carestía la tiene así. Por falta de guita, ya no se compra…

De carnívoro a ‘harinívoro’

En jaque —a punto del mate— se encuentra la pasión de los argentinos por la carne, impetuoso sentimiento nacido, mecido y crecido entre los afectos originados desde la génesis de este pueblo…

Si durante el año 2017 el consumo per cápita de carne en este país carnívoro por excelencia alcanzó los 118 kilogramos —57,2 de vacuna— hoy en día esos números solo pasan a engrosar las memorias estadísticas…

Porque lo cierto es que en las últimas semanas la venta de carne en ‘el país de las vacas’ ha mermado ostensiblemente… Y cuando en 2021 las estadísticas establecían que Argentina consumía un promedio de 47,8 kilos de carne vacuna por habitante, se demostraba que ese era la menor cantidad de consumo de carne desde 1920, es decir: este había sido el año de menor consumo promedio por habitante en un siglo… Pero ante la actual situación económica del país, con una pobreza y una inflación disparadas como para no detenerse por ahora, tales cifras también están listas para irse direto al cesto de lo pasado, que ahora el asunto es peor…

Casi un 50 por ciento de pobreza extrema, salario mínimo miserable, inflación enrutada hacia un 200 por ciento y un peso que cada vez vale menos, en un país que como ‘granero del mundo’ conoció la opulencia —eran otras épocas de tngo y milonga—, lo de ‘carnívoro’ comienza a ser solo un decir… Porque muchísima es lagente se suma a la que había dejado de consumir carne debido a que han subido los precios de los cortes más populares mientras se asienta, más y más, la baja del salario real…

Y de ‘carnivoro’, Argentina puede saltar a ‘país harinívoro’, a comer pan, arepa y arroz que suben pero… ‘País harinívoro’, una oportunidad, de pronto, parael campo desde la agroecología…

Nota post: publicada esta columna, comprobamos que la carne, cuyo costo se había incrementado en un 60 por ciento, ha comenado a bajar de precio… La de 6.000, ya está en 4.000 pesos argentinos.

Rostituta

Se vistió de nada,
ni de sombra ni palabras.
Dejó su desnudez presa del viento,
fue cruz surcando los deseos
y espanto en los ojos del ateo.
Adoró a Dios así
con sus partes púdicas e impúdicas
a la vista de todos, sin misterio.
Lloró de pena pensando en alegrías.

Suplicó por su noche y su agonía.
Fue carne en jirones ultrajada
y un alma que Dios siempre buscaba.

Anoche leía el poema ‘Prostituta’ del libro ‘Solsticio de junio’ del poeta chileno Emiliano Pintos y de pronto recordé el tema de un cotilleo en un asado argentino: el curioso nombre de una amiga de la profesora amiga…Se llama Rostituta…Y el poema con su titulo ‘Prostituta’ …

Realmente, no sé por qué tal nombre de mujer —Rostituta— se me mezcló mentalmente, como sin querer queriendo, con la palabra que define a esa «persona que mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero».

«¡Qué papá tan desalmado!», me parece haberle escuchado a una de las animadoras del cotillero. «Pobre mujer. Una Pe al comienzo y… ¡ya está!»…