Iba ganando cómodo 2 a 0. De pronto, tras su segundo gol, un inexplicable bajón en el juego y el dominio del balón y la estantería se vino abajo. Se dejó empatar y… ¡entre coleros!
JUNIOR NO PUDO SOSTENER EL 2-0
Si no hubiera sido por el casi…
Por El Impertinente

Con el espigado goleador Carlos Bacca atornillado a la banca —y ni ‘mú’ en los 12 minutos que alcanzó a jugar este domingo 26—, la diminuta figura de Vladimir Hernández había de erguirse para abrirle una fugaz senda de alegría a la afición juniorista.
Habían transcurrido 61 minutos de un aburrido ‘clásico anti-gol’ —hasta ese momento Unión Magdalena y Junior solo habían marcado 5 goles cada uno en más de nueve partidos de Liga Bet Play— y en jugada individual del volante creativo tiburón iniciada con el robo de un balón a Jeanfranco Baier y seguida con un túnel, cabalgó escoltado por un defensa hasta el área chica y de soberbio izquierdazo perforó la valla de Ramiro Sánchez para comenzar a pintar la ilusión de que el técnico Hernán Darío Gómez iba a obtener como visitante, en la samaria, su primer triunfo en tres partidos.
La ilusión se acrecentó cinco minutos después gracias al cobro efectivo de tiro penal por el portero Mario Sebastián Viera, tras una falta contra Walmer Pacheco cometida por el mismo Baier. Era el primer penalti pitado a favor de Junior en lo que va de Liga y se daba por descontado, pues, que durante los 24 minutos restantes de partido ‘La querida de Barranquilla’ pondría las condiciones. Y conservaría el marcador a su favor.

Pero no había de suceder tal cosa, porque tras esa segunda anotación en contra, el Unión Magdalena había de convertirse en ‘ciclón’ y el partido asumió caracter de intenso para que las ilusiones barranquilleras, arrastradas hasta el mar —digámoslo así—, solo duraran 26 minutos. Comenzaron a esfumarse a partir del 87 y el sueño de victoria terminó a los 92, que casi se vuelve pesadilla instantes después, cuando por un pelo el balón no entró a la puerta de Viera sino que se fue a chocar contra el vertical. A los 87 minutos, con derechazo rastrero, y a los 92, de cabeza ante asistencia también de testa, Isaac Camargo dio muerte a los anhelos junioristas de comenzar a ganar como visitante.
En síntesis: sopló el ‘ciclón’, mientras los tiburones se envarbascaban no en las aguas del mar Caribe que baña a Santa Marta sino en el césped irregular del estadio Sierra Nevada. Y en solo cinco minutos, el equipo de casa consiguió los dos goles del empate, el segundo con complicidad de Viera, mientras que, minutos después, el horizontal le negaba el del triunfo al equipo local .
Junior no llega aun a volver a ubicarse entre los grandes del fútbol colombiano, se habla de una rosca allá en el camerino que está corrompiendo al equipo sin que importe el técnico que llegue y se habla también de que los jugadores «se la pasan más interesados en las vanidades del salón de belleza que a la entrega profesional en las canchas: mucho tatuaje, peinaditos, coloración frecuente de cabello, gustos muy refinados, pero de entrega plena a la causa, pocón, pocón…».

Algo de todo esto debe ser real, porque no habría otra forma de justificar las declaraciones de ‘El bolillo’ Gómez cuando hizo los cambios ante Unión: se daban no por estrategia futbolística, sino por cansancio y calambres.
Como una medida tendiente a enderezar el entuerto, se ha convocado a la plantilla juniorist a ‘orden cerrado’ durante diez días seguidos. Todos a disposición de Hernán Darío para comenzar el proceso de reestructuración de Junior, si quieren que siga siendo «Tu papá». Fundamentación intensa, en procura de que el ataque tiburón sepa tomar las decisiones correctas, las acertadas, que las malas decisiones son las que han provocado su escasa producción goleadora.
Tras el resultado de este domingo, Junior —que enfrentará a Alianza Petrolera el lunes 4 de abril en el Metropolitano de Barranquilla— se sitúa en el puesto 19 con 8 puntos, igual que La Equidad, puesto 18, y Cali, puesto 20. Junior, por debajo del Unión Magdalena, que marcha, con 9 puntos, en el puesto 17. Los tres primeros son América, Aguilas Doradas y Boyacá Chicó, con 20, 19 y 17 puntos, respectivamente.