Klemcy, migrante

Cinco años de fundada cumple este 17 de agosto la fundación Klemcy Salza-Arte con idiomas, moviéndose entre Barranquilla, Alemania e Italia. José Orellano entrevista y hace crónica con su presidenta, artista barranquillera Klemcy Salza Arrieta.

KLEMCY SALZA ARRIETA  

Migrante a favor del arte 

Por José Orellano

Esta crónica-entrevista con la artista barranquillera Klemcy Salza Arrieta se publicará en el libro ‘Franckfurt: Territorio literario’ que coordina Nery Santos Gómez, quien trabaja con la editorial ‘Sial Pigmalión’… Circulará con motivo de la celebración de la Feria del Libro Fráncfort del Meno, que va del miércoles 19 al domingo 23 de octubre. La imagen destacada muestra a Klemcy, migrante cultural, en modo viajero: durante un paseo por el mar Tirreno, en compañía de su amiga Nellyu Brito, administradora turística y guía gastronómica en Roma, y descansando en Porto Badino – Terracina provincia de Latina, región del Lacio, en Italia. La editorial le hizo seguimiento virtual a la labor de esta mujer y, mediante esta crónica-entrevista, resalta tal hecho en el libro…

En el barrio Ehrenfeld —que es cultura pura— de la ciudad de Colonia, Alemania, reside una mujer que jamás se sustrae a la curiosidad y la acuciosidad, lo que le dicta su corazón de migrante empedernida.  

Se llama Klemcy Salza Arrieta, quien nació el 4 de febrero en La Alboraya, uno de los barrios más populosos de Barranquilla, al norte de Colombia. Luego su familia se iría a vivir al José Antonio Galán, en el cual ella creció. Se trata de otro barrio del mismo entorno territorial y tan tradicional como en ese en el cual que ella nació.

A sus 27 años, Klemcy había de convertirse en migrante: «Dejé Colombia en el año 1999», precisa. «Y a Barranquilla en 1993», puntualiza.  

Hace dos decenios, gracias a una escala en su recorrido aéreo de 9.518 kilómetros entre Colombia e Italia, surgió un sitio geográfico europeo que, para siempre jamás, la haría visitante frecuente: Fráncfort. En esta ciudad alemana hizo, hace 20 años, trasbordo hacia su destino final en aquel tiempo, 2002: la bota itálica que imponente, como engreída, se mete a los mares Mediterráneo, Tirreno, Adriático y Jónico.  

Después de vivir varios años en Italia —antes había residido en Yakarta, capital de Indonesia—, esta polifacética barranquillera se radicaría, en 2017, en Colonia, Alemania, desde donde le ha resultado muy fácil untarse, cada vez más, del ambiente artístico-cultural francfortés.  

«Pero antes, en 2014, viví en Kassel, ciudad en la cual, junto con otra bailarina colombiana, abrimos una escuela llamada ‘Alma Latina’», dice Klemcy. Pues bien: Kassel es la ciudad donde se celebra la ‘Documenta’, el evento relacionado con el arte contemporáneo más importante del mundo. En este 2022 se inauguró el 18 de junio y va hasta el próximo 25 de septiembre.  

«Yo estuve en su opening o inauguración», dice Klmency. «Este año se celebra su décima quinta edición —‘Documenta fifteen’—, se organiza cada 5 años y tiene una duración de cien días. Imagínate a Kassel y pequeños pueblos a su alrededor convertidos en un gigantesco museo al aire libre». 

Previo a su migración hacia el mundo, está soñadora recreaba su historia: había dado inicio a su carrera artística cuando apenas tenía 10 años, gracias a que su padre, Efraín Antonio Salza Acosta, la indujo al teatro. Como su director, hacía que Klemcy protagonizara papeles de niña, pero ella lo que deseaba era ser bailarina.  

Cursaba sus estudios primarios en la escuela 39 mixta Juana Acosta de Roncallo y de bachiller se graduaría en el colegio del Caribe, situado en inmediaciones de otro sonoro sitio barranquillero: Siete Bocas, en el barrio El Recreo. Tras alcanzar el diploma de bachiller, afín con su gusto por el baile, se iría a realizar sus estudios superiores en la Academia de Arte y Gimnasia del Caribe, adscrita a la Universidad Autónoma del Caribe, y que era dirigida por Silvia Gette. La danza la había abrasado por completo e ingresó entonces a grupos de excelencia con directores de excelencia.   

El primer grupo en condición de profesional con el cual bailó en su Barranquilla natal fue ‘Palma africana’, dirigido por la maestra Carmen Meléndez, y el último, en Bogotá —antes de dejar definitivamente Colombia—, fue ‘Zajana Danza’ dirigido por el maestro Jorge Tovar.  

Ya en Italia, se vincularía con la compañía ‘Movimento danza’ de Gabriella Stazio —ese fue el primer grupo profesional con el que trabajó en Italia— y ahí vendrían viajes a España, Francia, Holanda, Alemania, Egipto, Emiratos Árabes (Abu Dhabi), Inglaterra (Londres), Argentina (Buenos Aires) y Brasil (Sao Paulo).  

Además de soñadora, Klemcy Salza Arrieta, dinámica a sus 50 años de edad, es emprendedora, multifacética, enamorada de la vida, pero, en especial, leal y cristalizadora de cuanto proyecto asume: creó en 2017, agosto 17, la fundación ‘Klemcy Salza-Arte con idiomas’, moviéndose entre Colonia, Italia y Barranquilla —allá en su ciudad natal, ofrece orientación dancística a niños de escasos recursos— y en medio de la pandemia del Covid-19, le surgió la idea de llevar a internet conversatorios bajo el título ‘Arte en paralelo-Resiliencia en movimiento’, mediante los cuales ha presentado un inmenso número de artistas colombianos  y de todas las latitudes —mayores, adolescentes, niños, mujeres y hombres— «por cuanto mi objetivo es no tener fronteras culturales sino todo lo contrario: mostrarlos ante el mundo vía online».  

Hoy, desde su fundación, ha de manejar cinco proyectos cristalizados: 

1.- ‘Arte en Paralelo-Resiliencia en Movimiento’.   

2.- Galería fundación Klemcy Salza con AngularVR Gallery de París, Francia.  

3.- Proyecto anual con la Galería Artbox Project de Zug en Suiza.  

 4.- Puentes Al Sur en Colonia-Alemania.  

5.- ‘La Cumbia, Pasión & Vida’, nuevo proyecto, a ejecutarse durante los meses de octubre, noviembre y diciembre en Colonia, con el apoyo del Festival Nacional de la Cumbia José Benito Barros Palomino del Banco, Magdalena, cuya presidenta Veruschka Barros —hija del maestro José Benito— la ha designado embajadora del certamen. Se trata de talleres pedagógicos sobre la cumbia banqueña, cuya danza es muy-muy diferente a la que se baila en Barranquilla cuyo máximo escenario es el Carnaval anual.  

En el desarrollo de este proyecto, que arranca en Colonia, participará, inicialmente, la cumbiamba ‘La gigantona’ de Barranquilla, cuyo director es German Álvarez. Como el proyecto tiene carácter itinerante, también se realizará en Fráncfort, con la maestra Luisa Virgen, directora del grupo folclórico ‘Uniendo fronteras’.  

En 2023, durante el primer semestre, ‘La Cumbia, Pasión & Vida’ estará en Essen, en el estado de Renania del Norte-Westfalia, con la asociación Ami Latino, cuyo presidente es Gilberto Benítez y su vicepresidenta Iris Gil.    

Un deseo permanente de Klemcy es conocer más y más del mundo, deseo que se está haciendo realidad por su disposición para viajar con frecuencia, interesada precisamente en conocer y saciar su curiosidad con acuciosidad.  

«Gracias a esos gustos, llamémoslo así, he llegado adonde estoy», dice Klemcy Salza Arrieta sin el más mínimo tris de duda. Su madre, Narcisa Arrieta Español —apellido originario español—, quien falleció en 2016, alcanzó a ver importantes logros de su hija. “Mi padre no los vio porque, en 1998, viajó a la Eternidad antes de que yo me volviera migrante empedernida”.  

El primer contacto de esta migrante colombiana con Fráncfort fue apenas un paso por su aeropuerto. Pero a partir de allí, volvió periódica su visita, primero, porque —lo cuenta ella misma— «allí vivía una chica quien yo pensaba que era una amiga y con quien mantuve una relación de amistad de años ya terminada, gracias a Dios». Y no hay más detalles al respecto.  

En Fráncfort, capital del euro en Europa, sede de mucha actividad cultural, Klemcy logró forjar otra amistad, esta sí, dice, «invaluable». Es alemán y se llama Thomas Kaiser, «que traduce ‘el rey’».  

El autor de esta nota no duda en decir que ella es una amiga ciento por ciento leal, base sobre la cual nuestra amistad se consolida cada vez más, a pesar de no habernos conocido personalmente —solo en virtualidad— y a pesar de la docena de encontronazos que hemos protagonizado, por meros choques de criterios.  

Para ella, que en Italia tiene a otro gran amigo —lo conoció en 2012—: el arquitecto y decorador Massimiliano Massa, Fráncfort ha sido como El Rodadero de Santa Marta para los barranquilleros: a ese balneario se va a veranear. «Antes de mudarme a Colonia, cada año, después de finalizar mi trabajo anual en Italia, me iba a Fráncfort de veraneo, por un mes. Iba a hacer turismo y a untarme de cultura en ese sitio al que un reciente sondeo lo ubica entre las diez ciudades de Europa más importantes para vivir gracias a su alto nivel de vida».  

No reside en Fráncfort, está bien, pero hoy ella puede decir que a Fráncfort la conoce a la perfección, señala que es una ciudad llena de museos, que ofrece conciertos permanentes, un sitio de un movimiento cultural muy fuerte, ideal para residir o, si no, para vivirlo por temporadas o para pernoctar allí una semana. «Nunca en mi vida hubiera pensado poder llegar a vivir o tener algún tipo de relación con la cuna del famoso escritor Johann Wolfgang von Goeth».  

Y es que, en Fráncfort, Klemcy disfrutó de la posibilidad de participar culturalmente como miembro de ‘Yussara Dance Company’, dirigida por la bailarina y coreógrafa brasileña Yussara Cunha y que tiene sede en Fráncfort.  «Allí también estuve trabajando en este 2022, muy activa, especialmente en la presentación de una colección de modas del diseñador dominicano residenciado en Fráncfort, Maurice Martínez, durante el Frankfurt Fashion Week, y quien había de ser ponente de uno de los últimos conversatorios de Arte en paralelo-Resiliencia en Movimiento: ‘Moda inn-cluyente’. 

«Precisamente, este mes de agosto, Maurice abre su taller y allí haré presencia», anota quien visita Fráncfort con inusitada frecuencia.  

«Asisto a exposiciones, presentaciones de libros, conciertos etc… y en 2021 llevé a esa ciudad mis talleres pedagógicos de cumbia con la directora del grupo ‘Uniendo fronteras’ Luisa Virgen, muy colombiana. Este 2022, durante el segundo semestre, volveré allí con estos talleres, puesto que ahora soy embajadora del Festival Nacional de la Cumbia ‘José Barros’, de El Banco, Magdalena, por designación que me hiciera Veruschka Barros, directora de ese tradicional evento», agrega.  

—¿Migrante empedernida o permanente?  

«Buena pregunta. Y yo diría ¡empedernida!, mi costumbre más arraigada».  

—¿Y qué ha logrado gracias a esa migración en movimiento?  

«¡Ay, Dios mío! Realmente he logrado abrir un camino muy grande, el cual se va consolidando día a día. Pero lo que más satisfacción me da es lo que me está sucediendo ahora: el reconocimiento, a mi misión, de gente de Europa, España, Italia, del mundo».  

—¿Alguna anécdota muy especial?  

«Acaba de sucederme: llegué a Italia, me contacté con una de mis mejores amigas, Nellyu Brito, administradora turística y guía gastronómica en Roma, Italia, exmodelo venezolana, y quien, junto con amigos de ella, me invita a un paseo en barco por el mar Tirreno —el Mediterráneo bordeando el oeste de la península itálica—, precisamente en momentos en que, por recomendación médica, debo tomar el sol. Antes de ese encuentro, mi amiga Nellyu había comentado a sus amigos, por teléfono, que yo me encontraba con ella. Uno de ellos le dijo: “¿Ah, tu amiga Klemcy, la que vive en Colonia, la que hace una cantidad de cosas hermosas…?”. Todo eso por teléfono. Entonces, Nellyu, un poco celosa con sus amistades, le dijo: “Sí, pero ¿tú cómo la conoces?” Y el amigo de Nellyu contestó: “Personalmente no la conozco, pero yo la sigo a ella en sus redes sociales”. Imagínate, ¡llegar a ese nivel! Que te referencien por eso, por tu presencia en las redes, gracias a lo que haces, eso es… wow-guau…». 

«Ah, y algo más», recuerda la polifacética artista, «allí también estaba el actual alcalde de la Provincia de Frosinone Ricardo Mastrangeli». Frosinone, en la región italiana del Lacio.  

En su reciente viaje a Italia, Klemcy había ido por cosas relacionadas con su trabajo en beneficio del arte y la cultura. Y allí tropezó con su amigo Massimiliano, quien la sorprendió al decirle que estaba enamorado del trabajo de ‘La Flaca Art’ —otra de las personalidades del arte que han estado en los conversatorios de ‘Arte en paralelo-Resiliencia en movimiento’—, razón por la cual en este mes de agosto visita Colonia para conocer directamente, de cerca, la obra de ‘La Flaca’, porque quiere aprovecharlas para sus futuras decoraciones en importantes oficinas de arquitectura en el país de los arquitectos número 1 del mundo: Italia.  

Todos los contactos que, por una u otra razón, han llegado a la vida de Klemcy Salza, son conservados sagradamente por ella. Y cuando asume un plan que se relacione con las actividades o la profesión de esos contactos, los busca. Ella ha aprendido a estar en el momento justo, en el justo lugar.  

—Klemcy, desde Colonia, desde ese barrio alemán cultural donde resides, Ehrenfeld, ¿cómo evocas, día a día, a tu Barranquilla natal?  

«Siempre evoco, nunca voy a dejar de hacerlo —lo cuento recurrentemente durante mis reuniones sociales—, aquella bella estampa de señoras sentadas a la puerta de la casa, hacia las cuatro-cinco de la tarde, en aquellos mecedores de madera cuyos balancines eran forrados por los hombres de la casa, muy dedicados ellos, con tiras de caucho sacadas de llantas de carro para que no se gastaran con el sube y baja —“ese ruiquiti-ruacati”— sobre el piso… Aquí en Alemania se ve infinidad de mecedores de madera, pero solo de decoración. Otras cosas que evoco tantísimo son al señor del peto y a esas señoras que, ponchera en la cabeza, pasaban por las tardes, casi al crepúsculo, vendiendo bollo limpio o de mazorca o alegrías, caballitos, cocada». 

Con Klemcy Margot Salza Arrieta pudiéramos escribir y escribir, hablar y hablar y seguir escribiendo hasta completar un libro, el cual había de ser sensación por lo extraordinario que ha de ser su contenido.

Y pensando en eso —el libro biográfico y de aventuras de Klemcy Salza Arrieta, que a lo mejor nos sentamos a escribilo—, ella se despide, al tiempo que anuncia que «bailando llego nuevamente a Frankfurt, esta vez para estar entre las páginas de este territorio literario».

Y es que, territorio literario, entre el miércoles 19 y el domingo 23 de octubre ha de celebrarse la Feria del Libro Fráncfort del Meno, fundada en 1949 y que es la más grande del mundo.

El sitio https://www.feriasinfo.es/ precisa que la periodicidad de la feria es anual y que durante sus primeros tres días el ingreso a ella es exclusivo para especialistas del ámbito.

El público general solo tiene acceso los dos últimos días, durante los cuales puede informarse sobre los fenómenos y publicaciones del momento.

“Esta feria proporciona una extensa oferta dividida en diferentes categorías: libros de entretenimiento y de divulgación, religión, libros infantiles y para adolescentes, ciencia y técnica, libros de arte, turismo, de imágenes y de editoriales internacionales. Se trata de una plataforma internacional del comercio de libros y, dada la gran presencia de lectores y publicadores, conforma también un imán para todos los amantes de la lectura”, puntualiza https://www.feriasinfo.es/.

Por allí, pues, se paseará la barranquillera Klemcy Salza Arrieta.