Un presidente práctico, ceñudo, de corto bigote, que gustaba de la cacería. Explosivo en sus discursos, ‘metía la pata’ con frecuencia y hacia desternillar de la risa… Guillermo Romero Salamanca recrea historia con un tocayo.
El ceñudo presidente que hacía reír
con sus ‘ocurrencias’: Guillermo León
Por Guillermo Romero Salamanca
El domingo 4 de noviembre de 1971 en el centro de Manhattan en Nueva York, de un infarto agudo al miocardio, murió, a los 62 años, el abogado, político, diplomático y presidente de Colombia entre 1962 y 1966, Guillermo León Valencia Muñoz.
El hijo del también político —y poeta payanés— Guillermo Valencia y de doña Josefina Muñoz, Guillermo León nació en Popayán el 27 de abril de 1909 y había de llegar al concejo de la ciudad a muy corta edad. Luego fue senador y después lo mandaron como embajador a España.
Cuando subió al poder el general Gustavo Rojas Pinilla se convirtió con Alberto Lleras Camargo en uno de sus principales opositores e impulsó movimientos huelguísticos para quitarle el gobierno al militar.
En Benidorm, España, se reunieron Alberto Lleras Camargo y Laureano Gómez y determinaron crear el Frente Nacional con el fin de gobernar al país en periodos repartidos: cuatro años liberales y cuatro conservadores, terminaban los azules y volvían los rojos.
Eran doce años de poder absoluto que se repartían estos líderes. Entonces, después del gobierno de Alberto Lleras le sucedió Guillermo León Valencia, un presidente que encontró al país en medio de una violencia política que llevó a la muerte a más de 500 mil colombianos.
Para buscar la gobernabilidad, muy ágilmente, Guillermo León Valencia repartió los cargos entre liberales y conservadores y de esta forma apaciguó los odios que se extendían por todo el país.
El mundo se encontraba también enfrascado en una guerra fría. Estados Unidos y la URSS buscaban aliados en el mundo. No se permitía la expansión del comunismo, por un lado, ni del capitalismo, por el otro. Vendedores de armas hicieron sus negocios en países tercermundistas y Colombia no podía quedar por fuera.
Guillermo León Valencia organizó entonces la “Operación Soberanía” y atacó lo que se llamaban “repúblicas independientes” en Marquetalia, Río Chiquito, Tierradentro, Guayabero, El Pato en el Cauca, Huila y Tolima, donde se refugiaban los grupos insurgentes del momento.
Con servicios de inteligencia y ataques frontales bandoleros famosos como ‘Sangrenegra’, Efraín González, ‘Venganza’, ‘Chispas’, ‘Desquite’ fueron dados de baja en medio de los despliegues periodísticos más famosos de la época.
Guillermo León Valencia fue un presidente práctico, le gustaba ir de cacería, era explosivo en sus discursos, usó un corto bigote y dejó centenares de anécdotas que se comentaban en los mentideros políticos y en las mismas calles. Estuvo a punto de pegarle un tiro a su ministro de Guerra, Alberto Ruiz Novoa cuando renunció.
Es famosa su metida de patas cuando saludó al terminar un discurso de bienvenida al presidente francés Charles de Gaulle, le gritó: “¡Viva España!”.
Los periodistas Juan Carlos Iragorri y Julián Mosquera recolectaron en el libro “Tiros de Guillermo León” decenas de sus anécdotas como las siguientes:
Descendencia
Un ciudadano de Popayán furioso con Valencia por motivos de una controversia política, le dijo: “Es que usted se cree autorizado para humillar a las gentes, porque desciende de próceres… Pues sepa que yo también desciendo de próceres”. “Lo que pasa mi querido amigo”, respondió Valencia, “es que usted descendió demasiado”.
El turco
Gabriel Turbay acusaba al Partido Conservador de la muerte de militares liberales… Valencia, sin decir nada y con mucha calma, les dijo a todos… “Déjenlo… que él es turco y rebaja”.
Pena de muerte
El país vivía épocas de violencia. Un periodista le pregunta a Valencia: “No cree usted, doctor, que en Colombia debería establecerse la pena de muerte”.
“No”, replicó Valencia. “Creo, en cambio, que deberían abolirla”.
López Pumarejo
Alfonso López Pumarejo le dijo a Valencia; “Mira, Guillermo, por qué no te abasteces mejor intelectualmente leyendo o viajando a la Sorbona o a Cambridge o a Oxford … para tomar cursos importantes, porque para ser presidente se debe poseer muchos conocimientos”.
Valencia le respondió: “Eso es relativo… Mira que mi Padre es el hombre más culto que ha producido la República, y a duras penas logró ser dos veces candidato”.
Esclavos
Valencia dijo… “Dicen que Colombia ya no tiene esclavitud… pero hay esclavos que, a pesar de sus libertadores, todavía sienten nostalgia de las cadenas”.
Cuarto
Ya viudo, Guillermo León se tomaba unos tragos con unos amigos y uno de ellos le dijo: “Guillermo, por qué no te vuelves a casar… Por ejemplo, con Maruja… Mira que es una mujer muy distinguida que, por desgracia, es viuda por tercera vez”. Cuando oyó esto, Valencia respondió… “Imposible amigos… Yo soy un mal cuarto”.
Matrimonio o similar
Se hablaba de las solteronas y Guillermo León dijo: “En un clasificado del periódico el Relator de Cali decía: «Señora de muy buena familia, con excelente patrimonio moral y económico, desea contraer matrimonio o cosa similar».
El reportero
Un reportero deseoso de entrevistar a Valencia se acercaba y se acercaba con la grabadora a tal punto que Valencia le dijo: “¿Usted me quiere sacar una declaración, o me quiere sacar las amígdalas?”.
Guerra a Estados Unidos
Un periodista queriendo ser chistoso le preguntó a Guillermo León… “Doctor Valencia … ¿Por qué no le declaramos la guerra a los Estados Unidos?”.
Y Guillermo León dijo… “¿Y qué hacemos si ganamos?
Tres carabelas
Como embajador de España asistió a Valencia para entregar tres buques españoles que habían sido comprado para la Flota Mercante Grancolombiana y le preguntaron qué opinaba de los buques. Guillermo León respondió: “Yo no sé nada de barcos… pero lo que sí sé es que deben ser buenos, porque Colón descubrió América en tres carabelas de fabricación española y aún se conserva una de ellas en Barcelona”.
La imagen destacada de este modulo —tomada de https://revistadiners.com.co/—, para rememorar el monumental gazapo del presidente Guillermo León Valencia en su condición de anfitrión de un banquete en honor de Charles De Gaulle, en visita oficial al país: “¡Viva España!”, en vez de un “¡Viva Francia!”, dijo en serio Guillermo León. Una metida de pata para la historia y que fue largo recreo para caricaturistas y humoristas de la época.