Por Guillermo Romero Salamanca…
Las fobias más comunes pueden ser claustrofobia o temor al encierro; acrofobia, a las alturas; aerofobia, a volar; xilofobia a los objetos de madera; y hasta a los números. ¿La suya?
¿Ya descubrió su fobia? ¿Es venustrafóbico?
Por Guillermo Romero Salamanca
No vaya a creer que está ajeno a ciertas fobias o temores por algo. Luego de una serie de sesiones con el psicólogo descubrirá sus miedos y él le dará el nombre científico para que lo vaya asimilando.
Por estos días, sin necesidad de recurrir a un especialista de la salud mental que estudie el comportamiento humano, la fobia más común entre los colombianos es la politicofobia, miedo o aversión hacia los políticos.
Las fobias más comunes pueden ser la claustrofobia o temor al encierro; acrofobia, a las alturas; aerofobia, a volar; xilofobia a los objetos de madera; telefonofobia, a los teléfonos y numerofobia, a los números.
Los feos, por lo general, somos venustrafóbicos, es decir que le tenemos escama a las mujeres bonitas. Nos da tembladera, coscojina o simplemente, atortole.
Hay casos especiales como la crometofobia o crematofonia que es el miedo al dinero. ¡Quién lo creyera! Y hay también quien le teme al oro y se les dice que es aurofóbico.
Seres especiales los enofóbicos que le tienen pánico al vino. Mientras que otros padecen de dipsofobia, miedo a las bebidas alcohólicas y a estar borracho. Fagofobia: aprensión a comer y tragar. Turofonia, desconfianza al queso.
Somnifobia es prevención al dormir y hay unos que padecen de clinofobia, susto de ir a la cama. Los noctifónicos se desesperan cuando llega la noche y los onirofobicos, les da impresión que nunca despierten.
Muchos jóvenes padecen de sofofobia, miedo a recibir nuevos conocimientos.
Antes de ennoviarse es bueno preguntarle a la dama si sufre de antrofobia, porque de pronto, usted como buen detallista le manda flores y ella reacciona de una manera indescriptible.
Hay quienes padecen de agirofobia, miedo a cruzar la calle. Y otros son ambulofóbicos, porque les da miedo caminar.
Otra común, por obvias razones, se reavivó en estas semanas y es la gefirofonia, miedo a cruzar puentes, mientras que la ombrofobia, es el odio a la lluvia.
Quienes se han roto un hueso o se han caído pueden sufrir de basofobia.
Hay fobias para todo, hasta por el origen de las personas o las razas. Xenofobia a los extranjeros y gringofobia a los norteamericanos.
Xantofobia es el miedo al amarillo y eritrofobia al rojo. Coulrofobia, miedo a los payasos.
Bromidrosifobia: Mal olor corporal, tanto propio como ajeno. La ablutofobia la padecen quienes no quieren lavarse o bañarse.
Ecofobia: recelo al hogar. Uno ruega nunca tener genofobia: miedo al sexo.
Latrofobia: miedo al médico.
La ergofobia es el miedo al trabajo y en los últimos años la logicomecanofobia miedo a los computadores. Vestifobia miedo a la ropa.
Hay unas raras, de verdad como la omfalofobia: miedo a los ombligos, la hilofobia: temor a los árboles. Triscaidecafobia: ir contra el número 13. Uranofobia: al cielo. Pogonofobia: a las barbas. Tripofobia: a los agujeros
La eisoptrofobia representa el pánico irracional a verse reflejado en los espejos.
Pero las más curiosas son la hipopotomonstrosesquipedaliofobia: temor a las palabras grandes hasta difícil de leer y la hexakosioihexekontahexafobia, miedo al número 666.
Haga un examen y diga cuál sufre.