Desde 2015, este rincón-web ha sido vibrante encrucijada de crónicas y opinión. Diez años aglutinando lucha, pasión, letras y más de 40 periodistas y escritores en un mismo espacio digital.

PERIODISMO-LO LIBRE
El Muelle Caribe: rincón-web que
ha alojado más de 40 firmas

Por José Orellano
El Muelle Caribe, un rincón periodístico cuyo director no deja de soñar.
Hace diez años —9 de febrero de 2015— se asomó a la web y durante este lapso se ha desenvuelto en diferentes formatos y conceptos gráficos, para desarrollar una actividad que exige verdad, rigor, contexto, ética, impacto.
Un decenio de ejercicio periodístico que, en algún momento, lo convirtió —con algunas pinceladas literarias—, en una vibrante encrucijada de pensamientos, opiniones, reportajes, informes y crónicas: punto clave para conectar con el vasto océano de las letras. Tanto, que en diversas ocasiones hubo actualizaciones que aglutinaban algo más de 20 firmas en un solo número.
Son diez años de historia, pero, para lamento del director, prácticamente sin memoria tecnológica. Blanco frecuente de los hackers maliciosos —esos enemigos gratuitos que nunca faltan y dañan a otros desde sus escondites y anonimato—, a El Muelle Caribe le han borrado casi todos sus archivos web y, así, el sueño no ha dejado de transformarse en cruel pesadilla cuando ha llegado el momento de querer navegar en la web hacia el pasado, en busca de historias a las cuales se ha querido dar nueva lectura. Y de pronto reproducir.

Aunque los años bien vividos del director, ¡74!, hagan vacilante la activación del recuerdo en torno a hechos o situaciones de reciente data —el celular y las llaves que se ‘pierden’, el agua para el tinto que se seca en la estufa, la billetera que no aparece al momento de querer pagar en el supermercado, olvidada en casa; la llamada que tenía que hacer a determinada hora, la pastilla que no se tomó en el momento formulado—; a pesar de eso, no hay aun acoso alemán cercano a su vida vivida. El director de El Muelle Caribe está muy lejos de caer en las redes del portentoso descubrimiento del neurólogo alemán Alois Alzheimer. Y, entonces, recurriendo a esa ‘prodigiosa memoria’ que amablemente le endilga Guillermo Romero Salamanca, Orellano se dedica al ejercicio de retrotraer nombres de colaboradores de El Muelle Caribe al través de diez años y que, en determinado momento y en número superior a 20 —se reitera—, llegaron a caber en una sola actualización:
Arturo López Viñas, Nuri Ruiz Bárcenas, Kelly Estrada, Eduardo García Martínez, Jaime Romero Escobar, Guillermo Romero Salamanca, William Gómez Polo, María Albarrán Cepeda, José Joaquín Rincón Chaves, Armando Pérez Araujo, Luis Roberto Herrera-‘Pelón’, Edgar Awad, Jaime De Lavalle Carbonó, Javier Jiménez Jordi, Jorge Agudelo Moreno, Fare Suárez Sarmiento, Abel Rivera García, Alonso Ramírez Campo, Claudia Marcela Orellano Silva —diseñadora de la primera entrega—, Irama Rodríguez, Fernando Molina-‘El cronista soy yo’, Óscar Serpa Reyes, Oswaldo Manjarrés Fuentes, Carlos Julio Ramírez Campo, Fernando Mora Rodríguez, David Campo Pineda, Víctor Hugo Vidal Barrios, Edgardo Caballero Gutiérrez, Alfonso Hamburger, Fernando Castañeda García, Jorge Alfonso Sierra Quintero, Raúl Tadeo Brugés Fuentes, Rafael Vega Jácome, José Orellano Ripoll, Guillermo Nieto Molina, Siervo Mora Monroy, Inocencio De la Cruz, El Monje, Esteban Jaramillo, Laura Carolina Orellano Silva, Gloria Silva Lizarazo… Todos ellos, aunque haya que admitir que había el nombre de un entusiasta columnista —natural de Codazzi-Cesar, ya fallecido— que no regresaba completo: en la telaraña del olvido solo se asomaba el Tietjen. Se recurrió entonces a la incondicional amiga vallenata Alba Quintero Almenárez para que lo completara: Jairo Tapia Tietjen.

Que entre las plumas de más reciente inclusión, hay que mencionar a José Manuel Villarreal Gravini, Alfonso Molina Molina, Alfonso Noguera Aarón, Evo Matrix y José Alfredo Meza Casadiego…
¡Algo más de 40 firmas han pasado por El Muelle Caribe, desde 2015 hasta 2025…! ¡Eureka! Pero… ¿Por qué se acabó este formato con tantos columnistas? Tema para una próxima crónica, muy especial.
Tras haber sido jefe de redacción de El Heraldo de Barranquilla, fundador desde igual cargo del diario La Libertad de Barranquilla, jefe de redacción, subdirector y editor de El Informador de Santa Marta, subdirector de El Pilón de Valledupar, director de los noticieros Televista y El Informador-Galeón y del magazine matinal ‘Telemundo’ de Telecaribe y jefe de comunicaciones de dos UTL de la Cámara de Representantes, José Orellano decidió, en 2015, tras dejar las nóminas laborales, alojar en la web a El Muelle Caribe, un medio que, con más de diez ediciones, había circulado en papel, tamaño carta, en 2004.
Empírico, autodidacta apasionado y lector empedernido —con cualquier cantidad de talleres y seminarios sobre periodismo y diseño de periódicos de papel encima—, Orellano, que sigue soñando y aspira llegar a monetizar este blog, a hacerlo productivo desde lo económico, celebró, en 2016, mediante una nota editorial, el ‘Primer año del embarco para un desembarque periodístico web’.
Para entonces —hace 9 años—, pensaba así:

El Muelle Caribe nació como un rincón web para alimento del ego de su director… ¡Es la verdad!
Abrir y sacudir relicarios de recuerdos, profesionales o afectivos —como ‘el pasado hecho recuerdos’, de Diomedes—; recrear textos, sin apego a las normas establecidas, sobre tales evocaciones; opinar abiertamente —y el asunto es literal— sobre lo divino y lo humano; diseñar a tramojazos para lo lito-tipográfico como si fuera una publicación de papel en internet, y enviarlo por e-mail o mediante etiquetadas Facebook a los amigos, reales y virtuales, aunque estos a lo mejor no gustaran de ello, fue la prima intención..

En tal aventura, apenas iban con el director, Inocencio De la Cruz, El Monje y El Monje Jr… Pero, de pronto, tras tres o cuatro apariciones iniciales en ese ton, desde Barranquilla surgió la voz que más animó a un punto de quiebre: la expresó el colega y amigo —además, padrino de matrimonio civil— José Bolaño Cienfuegos, quien alentó a que se le pusiera más seriedad al asunto y comenzara a pensarse en un medio virtual especializado exclusivamente en crónicas y reportajes de interés y en opinión… Y a la de Bolaño Cienfuegos se unió la del locutor y presentador, también desde Barranquilla, Edgardo Caballero Gutiérrez, incluso con algunos escritos…
Al tiempo, desde Estados Unidos se sumaba otra voz propulsora de que esta página web asumiera fines más profesionales: fue la de Guillermo Valderrama, mientras que desde Canadá se agitaba la plumilla del caricaturista barranquillero Enrique Loheste para anunciar su deseo de vincularse —con caricaturas, obviamente, tal como a la postre ocurrió— a la incipiente cíber-iniciativa: ‘Aventuras de dos colillas’ y ‘Hechos en broma’, son sus secciones…
Y por allí, desde Argentina, comenzaron a asomarse Caos —Laura Carolina Orellano Silva— con diversidad de apuntes y Gloria Silva Lizarazo con notas turísticas, y por acá, desde Bogotá, Claudia Marcela Orellano Silva con un par de crónicas estudiantiles, con profundidad adolescente, no hay duda. Pero lo esencial de Claudia Marcela fue que ‘web-izó’ el diseño: lo aprendió por sí sola, ‘cacharriando’ internet, lo aplicó a El Muelle Caribe y lo enseñó al director, su papá: la página dejó de ser estática y asumió dinámica web…

Y así fueron creciendo las voces en torno a El Muelle Caribe: el periodista samario William Gómez Polo nos contactó, se sacudió de su auto-ostracismo periodístico y se sumó al ejercicio web: escribió, puntual, durante varias semanas, la serie ‘Leyendas samarias del periodismo deportivo’, pero después volvió a parar, se cansó…
“Me gusta full, es lo tuyo: un periódico, lo que hacías en El Heraldo”, le dijo al director el versado periodista cartagenero Eduardo García Martínez cuando conoció El Muelle Caribe y, más tarde, aportaría un par de artículos para su publicación en este blog…
Se sumó también —para quedarse— el profesor de música riohachero Luis Roberto Herrera Mendoza con historias del terruño: la primera, CLAMOR RIOHACHERO... No más jóvenes y niños ‘dándose por la cabeza’… *Que nuestros jóvenes se armen, sí… ¡pero con instrumentos musicales!… *Que nuestros jóvenes se enfrenten en batallas, sí… ¡pero de cantos y bailes!… *Que nuestros jóvenes formen grupos, sí… ¡pero folclóricos!
Y al igual entró a hacer parte de este equipo estibador de ideas el abogado Armando Pérez Araujo, con su serie ‘Facebook-iana’ ‘Bomba de Tiempo’… Que adición también vino por parte del compadre David Campo Pineda desde la samaria y mediante alianza con el sitio web samariocomotu.com
Y han escrito para El Muelle Caribe, además de Eduardo García desde Cartagena, Alfonso Hamburger desde Sincelejo y el extinto Arturo López Viñas desde Miami… También lo ha hecho esporádicamente el periodista samario Javier Jiménez Jordi, vinculado al sector turístico oficial…

Desde Remedios, Antioquia, donde es profesor de música y siembra vallenato, Raúl Brugés Fuentes decidió ser firma de El Muelle Caribe y son muy amenas y llenas de reminiscencias sus notas en primera persona…
Y desde Villa Romallo, provincia de Argentina, la colega Irama Rodríguez mostró su predisposición para la buena crónica… Por ahora, celebra aniversario matrimonial, pero volverá pronto con una nota muy humana sobre su abuela y… ‘Cien años de compañía’…
En fin, sin que su director se lo hubiera imaginado así antes de insinuarlo en la ciberautopista, El Muelle Caribe ha tomado forma de medio informativo sin ánimo competitivo con la inmediatez de la noticia. ¡Y ya cumple su primer aniversario, en este febrero de Carnaval barranquillero, de fiesta de la Vieja Mello en Riohacha, de presencia directa en la tierrita: el Caribe inmenso, con su epicentro inigualable: ¡Barranquilla…!
Cuarenta actualizaciones con periodicidad semanal de El Muelle Caribe ha generado aquel embarco —el 9 de febrero de 2015, Día del Periodista— para un desembarque periodístico-web… Somos pequeña empresa de periodismo y, tras un más que merecido descanso de menos de un mes, volvemos a la brega este primero de febrero con la actualización 41: entre otros temas, crónica sobre el Carnaval con El Monje redivivo en el entorno carnavalérico y un réquiem, con homenaje incluido, por Arturo López Viñas, creador del Festival de Orquestas del Carnaval de Barranquilla y ‘el más reciente de los amigos’, quien murió el 8 de enero pasado; crónica sobre una nueva visión en torno a la ciudad más antigua de Colombia, Santa Marta… Y en fin.
Hemos vuelto y, en aras de consolidar nuestro objetivo central —recrear crónicas y reportajes de interés e informes especiales y mantener un buen ‘staff’ de columnistas y opinadores—, pretendemos movernos por el logro de pautas publicitarias que le den músculo económico a este rincón web que, ¡la verdad!, había surgido, un año atrás, para alimento del ego de su director… Hoy, no hay duda, es otro cantar…
Barranquilla, febrero 1° de 2015