Apoteósico brotado

Apoteósico brotado

A ese peñasco rocoso que brota desde el mar Caribe y se yergue en ‘La bahía más bella de América’, le canta esta vez el médico-poeta samario Alfonso Noguera Aarón.

Imagen de portada: El eterno custodio de la samaria y testigo mudo de los asaltos y saqueos a la capital del Magdalena: El Morro, que, gracias a la dotación de un faro, guía el ingreso nocturnal de embarcaciones procedentes de todas partes del mundo hacia el puerto de la ciudad.

¡El Morro!

Del libro:
Canto del Mar
Autor:
Alfonso Noguera Aarón
Creación:
julio de 2022

¿Cuántos milenios ahí enfrente emergido?
Dime, ¿cómo fue tu tectónico dibujo?
¿Estuviste allí desde el principio?
¿O primorosa mano te labró cual escudo?
¡Oh, promontorio, bordón de la Sierra!,
impávido vigil de acuarela marina,
testigo de festines, de guerras,
grácil pincelada en la mano divina.

De América has sido un bastión,
del piélago apoteósico brotado,
o has sido un tocado que Dios,
en laja preciosa nos ha regalado;
¡Oh, peñasco añorado del mar!
¿Cuántas veces te habré contemplado?
y en mi pesar sólo encuentro la paz
cuando te veo, ahí enfrente plantado.

¡Eres el emblema de Santa Marta!,
testigo insomne de viejas jornadas
fuiste héroe en la protervia pirata,
alojo de virreyes en la Nueva Granada;
¡Mirad, tu batería alta de Santana!
¡La baja batería de San Carlos!
el parapeto de barbetas, en la explanada,
tu cisterna de agua, tu Faro elevado.

Y fuiste claustro de prisioneros,
inexpugnable guarnición samaria,
tronera del cañón pedrero,
artífice de gestas libertarias;
¿Te acuerdas? de la triunfal bienvenida,
al gran caraqueño, genial Libertador,
los homenajes de la compañía Pichincha,
y las descargas a su triste despedida…
¡Lóbregas salvas, fueron llanto de cañón!

Hoy te veo triste y desmoronado,
ya no hay tropa ni alegres carcajadas,
cual panteón de siglos ya juzgados,
insepulto en tu gloria olvidada,
ahí estás… ¡Oh, perpetuo samario!
¡Esperando siempre una nueva alborada!

El Muelle, otra vista enmarcada por palmeras de la bahía de Santa Marta, la más bella de América.