Retozona…

Retozona…

“Poema ‘Brisa loca’, para el prestigioso periódico Muelle Caribe”, dice el médico samario, poeta y autor de libros Alfonso Noguera Aarón al enviárnoslo para su reproducción en la ‘Esquina literaria’.

Imagen de portada: Retozona con literalidad en el juego erótico, así es ‘La loca’ samaria que, cuando se enfurece en demasía, también resulta destructora.

Del libro:
Canto del Mar
Autor:
Alfonso Noguera Aarón
Creación:
13 de marzo de 2022

Podrá en la tierra entera
haber muchos vientos,
y en cada pueblo una cometa
será vigil de su cielo;
hay simunes y monzones
pamperos, tramontanas
y cierzos y aquilones;
pero en mi tierra samaria
cual eólica impronta
repujada en la infancia,
hay una fuerte brisa loca
que arrecia con ansias
de noviembre hasta abril,
y retozona desboca
con sus ráfagas a mil.

¡Del norte llegan los Alisios!
vientos secos, marineros,
influjo son de los solsticios
y más de enero a febrero;
¿Cuánta eólica energía
aprovecharse pudiera
en molinos de viento?
ya los veo en mi fantasía
generando portentos,
con sus quijotescas siluetas
en la cresta de los cerros;
y más que necia y molesta,
esta Brisa Loca será
el barato progreso
de nuestra bella ciudad.

Pasado el mar de leva
y los aguaceros de octubre,
novembrina ventolera
se cuela entre las nubes;
el nubarrón se desbarata
en trémulos jirones,
el invierno ya se espanta
y hay olor a vacaciones;
ya se secan los charcos
y en el aire hay canciones,
decembrinas nostalgias
y mares de ilusiones.

¡Que viva la vida!
¡Llegaron las vacaciones!
los libros van a la deriva,
ya palpitan los corazones,
se encienden con la brisa
conjurando desazones;
las mañanas son bellas
y por las noches sale Orión
con su corte de estrellas
y todo es fiesta y canción;
¡Se metió la brisa!
se exclama por doquier,
las mujeres van deprisa,
las faldas se levantan
y hay bellezas para ver;
las puertas se revientan,
se cierran con estruendo
todo zumba y se exaspera
en remolinos callejeros,
de papeles y basuras
al garete por el suelo;
se avientan las cometas,
y se encuban los recuerdos
llegó la “arranca pelos”
en la ardiente primavera…
¡De mi pueblo ventolero!

Santa Marta y esa novembrina ventolera que se cuela entre las palmeras de la playa.