Ser Caribe —mucho más allá de lo geográfico—, es identidad cultural, poesía, alegría, música, calor-humano, conexión profunda con el mar y la naturaleza. El poeta Alfonso Noguera Aarón canta Caribe.
¡Soy Caribe…!
Del libro:
Canto del mar
Autor:
Alfonso Noguera Aarón
Creación:
Fecha abierta
¡Oh, poetas, bardos y cantores…
líricos de los sueños y los mares!
no os detengáis en la ilusión del tiempo,
escuchad la palabra en su destello amable;
dejadme frente al suave Alisio suspirar,
soñar dejadme con los brazos abiertos,
allende el tiempo y el turquesa del mar
en mi blanco atavío flameante al viento;
mirad cómo el verbo y la ilusión se elevan
en mi peñasco El Morro de Santa Marta,
al Caribe entero mi fascinación otea
y del calicanto escueto mi alma zarpa;
dejad que mi bajel de túnicas blancas
se remonte al evo en triunfal delicia,
dejad que os pinte en raizal palabra
la emoción intensa de mi dulce lira.
Mirad el arco de las Antillas
cual atlante del abismo emergido,
Sotavento y Barlovento florecidas
bailan al vívido compás de su idilio;
del orgullo Azteca y del erial festivo,
edén bendito de azules sabanas,
en las fauces de un coloso marino,
hierve la tierra gentil mejicana;
ved al Caribe meciendo a sus ninfas:
Jamaica, Cuba, Borinquen, Quisqueya,
y desgajada de lo alto se ve la Florida
cual floral que en el mar se encoqueta;
y entre rosas, azaleas y rojas cayenas
hermosa y esbelta al poniente se levanta,
Centro América sonríe cual linda sirena
y sus frutas al aire en colores encanta;
de Panamá a Colombia y Venezuela,
entre Amazonas y ciclópeas montañas
y en los arrecifes de coral y acuarela,
su alma palpita en la viva esperanza.
¡Oh, poetas, bardos y cantores,
juglares, jíbaros, troveros, guajiros,
charros, mulatos, zambos, cimarrones!
Escuchad alegres, herederos taínos:
¡No os detengáis en la ilusión del tiempo!
¡En el alma lleváis la felicidad esquiva!
no sólo sois arena, piedra, cemento
ni pedrisco suelto en deleznable arcilla,
pues, más que mezclas y concreto…
¡Sois la raza cósmica del universo!
¡Oh, poetas, bardos y cantores!
vates remilgados en arpegios de guitarra,
hechiceros de flautas y de tambores,
soneros de la luna, del amor y de la playa,
¡No os detengáis en la ilusión del tiempo!
Escuchad el tintineo de espadas, alfanjes
y el tableteo del velamen contra el viento
en la loca orgía del oro y el dinero;
y mientras el ancestro pervive afable,
el ambicioso acecha, pérfido usurero;
ay, hermanos en la sangre del Taíno,
aquí les canto con mi alma de poeta,
bailo y canto en mi verso latino
y lloro y río en esta nuestra fiesta.
¡Poetas, líricos del viento y de la mar!
¡La esperanza es la ocasión que añoro!
¡No os detengáis en el sueño de Libertad!
Escuchad: ¡Sois hermanos! ¡Sois uno solo!
¿Dónde estás Anacaona y Enriquillo?
¡Libéranos, Bolívar! ¡Inspíranos, Martí!
¡Toussaint Louverture volved del presidio!
¡Vuestros hermanos os esperan aquí!
Escuhad, hermanos del mar sin fronteras:
¡Que suene el porro y la cumbia colombiana!
¡El ritmo quisqueyano, la murga panameña!
¡Que galope triunfal el arpa venezolana!
¡Grácil, voluptuosa la samba brasileña!
y en toda la patria Caribe y marinera
se esparza rítmica la música antillana;
y tímbrica y picante la plena borinqueña
con el danzón y el son de la lírica cubana,
y entre el amor y el abrazo de mi fiesta,
un mariachi aviente un corrido mejicano
sobre el caney bendito de mi tierra,
repleto del fruto y amor de mis hermanos.
¡Oh, poetas, bardos y cantores!
¡Amigos confidentes, leales míos!
¡No hay fronteras ni horizontes
en los mares, montañas ni en los ríos!
yo les canto desde mi vieja Santa Marta,
en la ventolera fabulosa del Alisio,
de las palmeras de Gaira y de Taganga,
bajo este cielo profundo y cristalino;
y con la fuerza marinera de mi alma
con celo siempre al Caribe yo diviso,
y es aquí donde vivo entre los siglos…
¡Pues, el mar y mi sangre son lo mismo!
