Brindemos esta vez por una evocación al ‘Ten con Ten’, caseta que hizo historia en Soledad. Su música y tradición aún resuenan en el alma del barrio Cruz de Mayo.
MARCÓ AQUELLA ÉPOCA
Ten con Ten: ícono del Carnaval en
el barrio Cruz de Mayo de Soledad

Por Pablo Rafael Pérez Vargas
Especial de la Fundación Arajo para El Muelle Caribe
En el corazón del barrio Cruz de Mayo, en Soledad, Atlántico, existió por casi cincuenta años, una caseta emblemática que llevó por nombre Ten con Ten. No solo fue un punto de encuentro para los habitantes del sector, sino que atrajo a personas de toda Soledad e incluso de Barranquilla, convirtiéndose en un símbolo de la celebración del Carnaval.

La caseta debe su nombre a la canción Ten con Ten, del músico cartagenero Rufo Manuel Garrido Gamarra, quien nació el 14 de noviembre de 1896 y falleció el 3 de noviembre de 1980. Garrido fue un destacado saxofonista, compositor y arreglista colombiano, conocido por dirigir su propia orquesta y por su contribución al desarrollo de la cumbia y el porro. Su legado musical incluye decenas de éxitos de la música caribeña colombiana, muchos de ellos de su autoría, que marcaron generaciones enteras.
La canción Ten con Ten, que sonaba recurrentemente en la caseta, es una pieza representativa de la picardía y el doble sentido característicos de la música tropical de la época. En ella se narra la historia de una mujer llamada Belén, quien, a escondidas de su esposo, se entregaba a los placeres de un amor prohibido, utilizando la clave «Ten con Ten» para encontrarse con su amante. Su melodía contagiosa y su letra insinuante la convirtieron en un himno de la fiesta. Esto dio origen a un refrán popular en el barrio: cuando alguien mencionaba el nombre Ten con Ten, otro respondía «Arrímate que vas bien».
En la caseta, además de esta canción, se escuchaban otros temas clásicos que evocaban nostalgia y alegría. Entre ellos, La Gallinita Josefina, cuya melodía marcaba el inicio de concursos de baile, en los cuales siempre destacaban parejas como Margarita Moreno y el Mono Bolívar. La música no solo era un elemento de diversión, sino también un símbolo de identidad y tradición para los asistentes.

La expresión Ten con Ten, según la Real Academia Española, significa “tacto o moderación en la manera de tratar a alguien o de llevar algún asunto”. Sin embargo, en los Llanos Orientales de Colombia, se le atribuye un significado más cercano a “poco a poco”, lo que resalta la diversidad lingüística del país. En la cultura popular, gracias a la canción de Rufo Garrido, Ten con Ten adquirió una connotación más festiva y juguetona.
El ambiente en la caseta era inigualable. Durante los cuatro días de Carnaval, Ten con Ten daba la bienvenida a la fiesta con la canción homónima a las dos de la tarde, iniciando la ‘hora infantil’. El martes de Carnaval, en cambio, la melodía sonaba a la medianoche, marcando el final de la celebración hasta el año siguiente. Genaro Pérez y Vitico Rolando, animadores de la época, se encargaban de anunciarlo con entusiasmo, avivando el espíritu festivo de los asistentes.

A pesar de que la caseta ya no existe, su recuerdo sigue vivo en la memoria de quienes la disfrutaron. La historia de Ten con Ten es una pieza fundamental en la microhistoria del barrio Cruz de Mayo, un testimonio de cómo la música y la tradición se entrelazan para dar vida a espacios de alegría y convivencia.
Mientras sus acordes sigan sonando en los recuerdos y en las conversaciones de quienes la vivieron, la esencia de esta caseta continuará siendo parte del legado cultural de Soledad.
En la voz de Tony Zúñiga, voz líder de la orquesta del saxofonista Rufo Garrido, Ten con Ten dice así:
Se enamoró Ten con Ten de la señora Belén
y ella le contestó que no lo podía aceptar…
El famoso Ten con Ten siguió detrás de Belén
hasta que la conquistó, y todo quedó muy bien…
El Ten con Ten…
Y, seguidamente, te comparto el video, complementado con la letra, de la interpretación de otro ‘Ten con Ten‘ por ‘Los luceros del Valle‘:
Yo conocí a la Belén,
que era una mujer casada,
que a su marido engañaba,
con eso del Ten con Ten.
El marido desconfiado,
con candado la dejaba.
pero Belén avispada,
por un hueco en la pared
con su amante se besaba.
Como la experiencia enseña
al que no sabe también
entre su amante y Belén
acordaron usar ciseña:
por fuera estaba el amante
por dentro estaba Belén.
Y desde aquel mismo instante
comenzaba el Ten con Ten:
Ten con Ten…Ten con Ten,
arrímate que va bien…
Ten con Ten…Ten con Ten,
arrímate que va bien.
INSTRUMENTAL
El marido se enteró
del engaño de Belén,
un fierro él calentó
y por el hueco tambien
a la pobre Belen quemó.
Cuando el amante llegó
sin saber lo que pasaba
el Ten con Ten comenzó,
pero nadie contestaba:
“Ten con Ten…Ten con Ten”
Pero nadie c…
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