La apreciada Parca

La apreciada Parca

El filólogo Siervo Mora Monroy explora tres de las numerosas obras de Fernando Vallejo y se inventa el término ‘parcólogo’ para subrayar el aprecio del irreverente escritor por La Parca.

Imagen de portada: Pintura de ‘Las Parcas’, tres diosas que, en la mitología griega, regían la vida y el destino de los humanos y hasta de los dioses. En el recuadro, el escritor colombiano Fernando Vallejo. Imágenes tomadas de redhistoria.com y latercera.com.

Fernando Vallejo, ‘parcólogo’

Por Siervo Mora Monroy 

Para este maestro en el manejo del lenguaje literario, el título de sus libros no es más que un pretexto para hablar de todo. Y habla con valentía y sin tapujos lo que otros no se atreven a decir en sus publicaciones.

Entre sus blasfemias, irreverencias y herejías hay que descubrir la verdad de sus afirmaciones envueltas en el aroma exquisito del humor sarcástico. Pareciera que cuando muerde la manzana del árbol de la vida, no nos cuenta a qué sabe la parte buena sino el asco repugnante de la parte dañada. Se encarga de desacralizar todo lo que tradicionalmente se ha considerado como sagrado.

Fernando Vallejo, siempre excelente, siempre irreverente. Imagen tomada de elcomercio.pe.

Inmerso en el mundo mítico de la Grecia Antigua, frente a las tres deidades hermanas, no se ocupa ni de la que hila, ni de la que devana, sino de la que corta el hilo de la vida: La Parca. Al respecto, estas son algunas de sus afirmaciones:

*No vinimos a este mundo a quedarnos, vinimos a pasar como el viento y a morir.

*Transeúntes de la vida, vamos de la nada hacia la nada a caballo de la Muerte.

*Uno muere con cada uno de sus muertos. Uno se muere de a poquito, hasta que uno se acaba de morir.

*Con sus muertos, a uno el corazón se le convierte en una cripta de cementerio.

*La única muerte que existe es el olvido. El olvido es la única muerte que mata de verdad. La muerte no llega con la vejez sino con el olvido.

*Nuestro recuerdo día a día se lo irá comiendo el tiempo, el último sepulturero… después polvo de olvido.

*La muerte nos echa al fondo de la fosa y nos acaba de borrar con sus paletadas de olvido.

*Los muertos se van borrando de a poquito de la memoria de los vivos.

*¿Perdurar? Más perdura una mosca en una telaraña. Genio del pasado olvido del presente y del futuro.

*No discriminen que la Muerte iguala.

*Resumen del paso del ser humano por esta tierra: como viene se va. Desnudo.

*El problema no es la Muerte sino los achaques que nos traiga de regalo para justificar su tardanza.

*Enterrador, médico y cura están emparentados con la muerte.

*¡Qué descanso de los atropellos de los vivos es la paz de los muertos!

*¡Cuántas grandezas humanas no están silenciadas en las tumbas mudas de los cementerios! En los cementerios hay unas cuantas minigrandezas y minicelebridades.

Portadsa de los tres libros que explora el autor de la nota para concluir que el escritor Fernando Vallejo es un ‘parcólogo’.

*Por más alto que haya subido en vida el ambicioso, de muerto no dura más de un día sin refrigeración, así lo sigan repicando esas veinticuatro horas los clarines de la prensa y luego lo olvida, si acaso lo volverá a sacar a relucir en el centenario de su nacimiento.

*Uno quiere, por egoísmo, morirse antes del ser amado para no cargar con los recuerdos.

*El que nace sufre y muere.

*En estas tierras de ladrones, hasta a la Muerte le roban la guadaña.

*Y el muerto… la fragancia sexy de la juventud vuelta una hedionda gusanera. Cronos todo lo arruina, todo lo daña, todo lo mata.

*Para seguir viviendo el ser humano no debe pensar en la Muerte  y por un acto de fe ha de creer que está parado sobre tierra firme y no en la cresta de las olas del tsunami del Tiempo.

*El viejo imagina no salir de casa porque tropieza con la Muerte, ni salir de ella porque la Muerte llega.

* Me quiero morir sin darme cuenta, dormido y soñando. Con piedad, no berreando como nací.

*Mi reloj me cuenta las horas que me quedan, no las que pasaron.

*Bendito el que se puede morir en paz, sin preocupaciones por lo que deja porque no deja nada.

*Prepárate, afortunado para dormir en paz el sueño eterno y descansar del dolor del mundo.

*Parca, sabías que a mis vivos los ibas a matar… para seguirte conmigo.

Tomado de algunas de sus obras: Casa blanca la bella, Alfaguara, Bogotá, 2013. ¡Llegaron!, Alfaguara, Bogotá, 2015. Memorias de un hijueputa, Alfaguara, Bogotá, 2017.

Siervo Mora Monroy

Créditos por imágenes a: https://redhistoria.com/mitologia-griega-las-parcas/ – https://www.latercera.com/https://www.libreriacasatomada.com/ – https://elcomercio.pe/