¡Mucho que desear!

¡Mucho que desear!

«Así como los medios de comunicación, en Colombia languidecen la decencia, la honestidad, el respeto, la democracia y a nadie le importa»… Así concluye su artículo Eligio Palacio Roldán. ¡Léelo!

Imagen de portada: Una visión gráfica del texto de Eligio Palacio Roldán, enviado desde Oslo-Noruega por Luis Eduardo Castañeda para El Muelle Caribe.

Cae sintonía de radio y TV

Eligio Palacio Roldán

Esta semana se conoció el más reciente estudio de sintonía de la radio en Colombia, Ecar 2024-1, que muestra un indiscutible primer lugar de Olímpica estéreo y destacados lugares de las marcas de la cadena del clan Char de Barranquilla, Radio Tiempo y MIX, relativamente nuevos en la industria radiofónica, la supremacía de Olímpica en particular deja mucho que desear dada la pornomiseria que se impone en su programación, un camino trazado por Radio Paisa en Antioquia y Candela en Bogotá a finales del siglo pasado.

Sobre la radio hablada se destaca el primer lugar de Blu Radio sobre la tradicional Caracol Radio, La W, RCN y La FM, a favor de BLU Radio la confusión de marca que genera en algunos oyentes dada su afinidad con Caracol Televisión y, obviamente, una estructura que marcó la última renovación de la radio colombiana, hace ya 11 años, con la fusión de dos formatos exitosos de la competencia, en las horas de la mañana, 6AM y Hora 20, y la aparición de nuevos programas en la cadena básica como Blog Deportivo , que colonizó para la radio deportiva el horario de 2:00 a 4:00 de la tarde, entre otros.

Esa es la radio en Colombia: Blu, Caracol, La W, RCN y La FM.

La llegada del noticiero de La FM a la cadena básica de RCN trajo consecuentemente un incremento de la sintonía en la mañana, este espacio periodístico consolidó un muy buen equipo de trabajo con Darcy Quinn, Juan Lozano, William Calderón, entre otros, y tiene una posición crítica frente a un gobierno cada vez más desacreditado que día a día le sumará réditos.

Caracol Radio perdió presencia desde que renovó en un 100% el equipo de trabajo del informativo más exitoso en la historia de la radio colombiana, prácticamente 6AM HOYXHOY es el espacio informativo más joven del dial y eso cuesta. Ahora, hace esfuerzos pero la pérdida de lo alcanzado en más de cuarenta años de historia tardará mucho tiempo en recuperarse, además, no le ayuda mucho la soberbia, antipatía y continuas salidas en falso de Vanessa de la Torre, a quien le quieren dar protagonismo a la fuerza.

La W pese a que es la cadena del hombre que más sabe hacer radio en Colombia, Julio Sánchez Cristo, y del más destacado periodista radial de las nuevas generaciones, Juan Pablo Calvás, se extravía en su parcialidad a favor de los personajes de una izquierda que pierde su encanto con su llegada al poder, en su obsesión por la información del jet set internacional y al servir de caja de resonancia a los “bodegueros” de los diferentes movimientos políticos en los tiempos de la manipulación de la verdad, las llamadas de los oyentes perdieron su razón de ser.

El Grupo Prisa, propietario de Caracol radio y La W, hizo su propio estudio donde salieron ganadores a lo que RCN ripostó diciendo lo mismo. Independientemente de lo que digan unos y otros lo cierto es que la radio en Colombia cayó en un letargo que no ofrece posibilidades a los oyentes, atrás quedaron las épocas en que se sorprendía a la audiencia con osadas ofertas, eran los tiempos de Yamid Amat y en especial de Antonio Pardo García y la familia Tobón de La Roche.  En la radio de Colombia, todo tiempo pasado fue mejor.

¡Qué época! Irremplazables: Bernardo Romero, Marta Bossio, Julio Jiménez, Fernando Gaitán y Mónica Agudelo. Y Sábados Felices, en un triste trance: languidese.

Si por la radio llueve por la televisión colombiana no escampa, el rating ha caído a mínimos históricos y a los canales privados se les acabó la creatividad, la pantalla se inunda de reality show cargados también de pornomiseria como en la radio, los dramatizados no enganchan, no generan identificación y escasean, solo una producción original por canal cuando en los tiempos de la televisión pública había hasta seis telenovelas al día, se extrañan las obras de escritores para televisión como Bernardo Romero, Marta Bossio, Julio Jiménez, Fernando Gaitán, Mónica Agudelo, entre otros, da grima ver como languidece un ícono de nuestra televisión con Sábados Felices, por ejemplo. En la televisión, todo tiempo pasado también fue mejor.

Obvio que la radio y la televisión deben compartir su audiencia con las nuevas plataformas, esa competencia directa e indirecta exige mayor creatividad y mejores productos, pero los empresarios de los medios de comunicación parecen derrotados sin dar la pelea.

Lo mismo que en radio y televisión ocurre con periódicos y revistas.

Antes del fin

Así como los medios de comunicación, en Colombia, languidecen la decencia, la honestidad, el respeto, la democracia y a nadie le importa.

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