Mensaje de año nuevo del director expresando sus deseos para todo el mundo y manifestando sus expectativas en torno a El Muelle Caribe, en su noveno año en la web.
¡PRÓSPERO AÑO NUEVO!
Y a pensar y a generar contenidos
Por José Orellano
No hay razón que justifique mi elusión a un mensaje de fin de año.
Y con la esperanza de que mañana tiene que ser mejor que ayer —con la toma de las horas que le resta al 2023 como tiempo de transición—, comienzo el garrapateo, en nombre de El Muelle Caribe, que está entrando al año 9 en la web.
A lo mejor se avengan ideas atropelladas, de pronto hasta mal trazadas, pero expuestas con sinceridad y mucho amor… Y el comienzo, ineludible, es mi deseo de que a todo el mundo, familiares y allegados, amigos y no amigos, seguidores y contradictores, a los que hablan bien o mal de mí —a ellas y a ellos—, les vaya bien: ¡que para todos haya ventura y logros en el 2024!
Aprovecho la decisión de no eludir el mensaje de fin de año y al precisar que El Muelle Caribe comienza a andar por su noveno año en el ciberespacio, me declaro sumido, a lo mejor, en garrapatos mentales y recreo pensamiento en el anhelo de encontrar la forma de volver a echar este sitio para arriba y, de paso, recuperar una audiencia que, para qué negarlo, ha desmejorado ostensiblemente desde la pandemia para acá.
Ya en este 2023 —espasmódico… en sus últimos estertores— se hizo la intentona con la propuesta de que había que comenzar a trabajar, mediante ‘alianzas estratégicas’, en propósitos de forjar la masificación de seguidores y buscar, hasta encontrar, pautas publicitarias, pero los sueños ni siquiera se dieron para que, por lo menos, pudiera estar diciendo ahora que murieron primero. No, porque es que ni siquiera hubo la posibilidad de imaginar caricias a un sueño. Muy a pesar de que soñar no cuesta nada.
Encargado del área periodística de El Muelle Caribe —pero no noticiosa—, pienso que lo referente a la masificación de la circulación-web y al logro de publicidad debe tener un gestor que se dedique a ello a modo de emprendimiento, como si esto fuera suyo, pero no me ha resultado fácil dar con la persona que, con seriedad y sin recurrentes manejos de las falsas expectativas, asuma tal responsabilidad.
En los últimos días, con el desarrollador David Barrios, hemos trabajado aspectos relacionados con la monetización. Y a 30 de diciembre estamos a la espera de que se den los primeros resultados.
Apuntando hacia mecanismos que me conduzcan hacia un acercamiento al logro de todos esos propósitos, he buscado asesorías por aquí, por allá y acullá, y he recibido diversas recomendaciones, en especial la que sugiere, y lo destaco, que comience a apostarle al contenido visual permanente y lo conjugue con los textos, tanto de mi autoría como de quienes publican en El Muelle Caribe. Es decir, que me abra a la video-reportería, descubra en la calle cosas de interés —“contenido”, como lo rotulan— y difunda no solo en El Muelle Caribe sino en las diversas redes, con el sello de El Muelle Caribe, obviamente.
Hacia la video-reportería permanente tocará encaminar mis pasos en el año que —¡vida nueva!— está a punto de advenirse, de comenzar.
Mientras ese momento llega —dejo todo a disposición de Dios y su exclusivo tributo, su Omnipotencia—, me relajo un montón, pienso en positivo y me sustraigo de cualquier estado garrapato, para reiterarles a todos mi deseo de un feliz año 2024, cargado de ventura y de logros.
¡Próspero año, carajo!