En Vitrinato, segunda jornada, entre pabellones y deslumbrante publicidad, José Orellano descubre la sencillez promocional de Miranda, Cauca, gracias a Carmen Estela Mestizo, transformadora de territorio con historia y cultura.
Tour por Miranda: “Una somos todas”

Por José Orellano
Para la segunda jornada de la Vitrina de Anato —Vitrinato—, Evo Matrix estaba de licencia, mientras que el director de El Muelle Caribe amanecía enfermo.
El malestar que padecía no me permitió levantarme temprano y había de retrasarme por cuatro horas mi desplazamiento hasta Corferias. Por lo tanto, no pude estar presente en la rueda de prensa de Karisma Hotels & Resorts, programada para las 10:30 de la mañana, y a la cual estaba muy interesado en asistir.
Tratando de vencer la afectación que me aquejaba, me metí a la ducha y dejé caer sobre mí mucha agua fría, me aderecé y, por segundo día, me fui de feria turística, esta vez cuando ya era casi la hora del almuerzo… Llevaba en mente encontrar la promoción de un sitio turístico en exposición en el recinto ferial despojada de lujos, sin blasones ni fanfarrias, sin el plus que propicia, por ejemplo, la sonriente presencia de una reina de belleza… Después de dar muchas vueltas por los pabellones que acogen la dinámica del certamen, me enfoco en un local marcado con el número 420 y encuentro lo que busco, personificada en una mujer.
Ahí está Carmen Estela Mestizo Agudelo, una descendiente Nasa Yuwe que, en condición de ‘Guía profesional de turismo’, le hace promoción al municipio de Miranda, situado en jurisdicción de un convulsionado territorio, al suroccidente de Colombia, entre los Andes y el océano Pacífico.

“Miranda, ‘La puerta grande del Cauca’, mi departamento”, dice Carmen Estela, quien participa en la Vitrina gracias al apoyo de la Cámara de Comercio de Miranda. Una participación que no cuenta con patrocinio oficial. “Para nosotras, falta más del gobierno”, anota. Y se refiere tanto al municipal, como al departamental y el nacional.
La que Carmen Estela realiza es una promoción sustentada en los pálpitos del corazón, en un empoderamiento comunitario de esas ganas de salir adelante, en medio de la crítica situación de orden público que afronta el Cauca por acciones de grupos armados ilegales y de la cual no escapa Miranda. “Estamos transformando territorio sobre la base de nuestra historia y de nuestra cultura que es diversa”, dice.
Y, seguidamente, detalla elementos que son fundamento para fijarle a Miranda categoría de destino turístico a visitar. Comienza por darle relevancia al denominado paso del Libertador: el puente de Güengue que —de acuerdo con la historia patria—, fue cruzado por Bolívar el 2 de febrero de 1822, rumbo a su encuentro, cinco días después, con el general José María Obando en Cali, en desarrollo de ‘La campaña libertadora’.

Eso se trata de historia, la cual precisa que al puente también se le llama ‘de los esclavos’ como evocación perenne a la esclavitud de negros que se vivió en las haciendas que, para entonces, se asentaron —muchas aun se asientan— en la región circundante.
Ya en lo cultural, Carmen Estela menciona la custodia de semillas como un valor para compartir con el foráneo que llegue a Miranda. Una actividad que adquiere relevancia desde la cosmogonía: las semillas son alimento, patrimonio de los pueblos ancestrales, que, bajo custodia, se conservan, reproducen y distribuyen. “Son semillas criollas, puras, libres de modificaciones y procesos químicos”.
Se trata de lo cultural, sí, en un pueblo con ancestro místico-mitológico, que conserva su creencia de que existe gracias a la unión reproductiva de una estrella con el agua. Y han relatado, por siglos —investigo en la web—, que Uma: la Tierra, y Tay: el Sol, “se unieron para crear los administradores y protectores del planeta. Dos de estos protectores fueron y siguen siendo Até, la luna, y A, la estrella”.
Los relatos al respecto señalan que A escapó hacia la Tierra, se encontró con el sereno espejo de agua que es la laguna sagrada de Nasa Yuwe, se enamoró de esta y la tocó con una de sus cinco aristas: gracias a ese contacto —estrella-agua—, nacieron los primeros habitantes del pueblo nasa.

En ese listado de atractivos para involucrar visitantes, la ‘Guía profesional de turismo’ incluye el programa ‘Bienestar de salud’ en la huerta ‘Mama Ewa’, que Ewa significa “bien” en lengua o idioma Nasa Yuwe. La promoción pretende, pues, que el viajero se someta a la práctica, durante su estancia, de actividades que redunden en vida saludable.
—En medio de los padecimientos que vive el Cauca por las acciones violentas de grupos al margen de la ley, ¿cómo subsiste el turismo? —pregunto.
“Nosotros nos articulamos como comunidades”, responde con total seguridad Carmen Estela. “Tenemos guardia campesina y guardia indígena y si andamos articulados de la mano de la comunidad, nos brindamos seguridad. Nosotros somos seguridad”.
—Ustedes son seguridad, ¡muy bien! Y cómo seguridad —vuelvo y pregunto—, ¿qué me ofrecen para que yo me mueva hasta allá? Además de tal seguridad, ¿qué atractivos desde lo paisajístico y lo gastronómico?
“En Miranda, encantador sitio donde belleza natural y herencia cultural van de la mano, puedo ofrecerte agro-ecología con los campesinos y puedo llevarte al resguardo indígena ‘La Cilia’ o ‘La Calera’ para que te compenetres con manifestaciones ancestrales nasa”, dice la guía.
Y, tras darme a probar un pasaboca dulce, Carmen Estela se va a lo gastronómico. “Hay variedad y excelentes sitios, muy especiales, para degustar nuestra culinaria. Te recomiendo ‘Casa antigua’ e ‘Ingenio Café’. Y te cuento que nuestros distintos ‘cafeses’, se han ofrecido en los Juegos Olímpicos. Además, tenemos la mejor cacaotera y en algunos puntos podrás apreciar la transformación, artesanalmente, del cacao en chocolatina o en chocolate y hasta podrás beberlo en fincas que los preparan de modo tradicional”. Claro, también hay una industria que desarrolla ese proceso transformador del cacao.

Entonces, invito a Mestizo Agudelo a que recree un experiencia de la culinaria vernácula en Miranda: “Si vamos a una finca podemos coger la gallinita para un sancocho o recoger granos de café, si es época de cosecha, tostarlo, molerlo, prepararlo y degustarlo; podemos participar de pronto en una experiencia con cacao, sometiéndote a una exfoliación —limpieza de la piel, desaparecer células muertas e impurezas— y hasta ver preparar una bebida de chocolate a base de molinillo como lo hacíamos antes y no con licuadora. Solo escuchar el sonido del golpeteo, el chapoteo del molinillo en la leche mientras se revuelve y ver subir la espuma, conquista”.
—Si me animo a irme tres o cuatro días por allá, ¿en dónde pernocto?
“Hay hoteles y fincas donde puedes alojarte, a precios accesibles: 40.000 y 45.000 pesos día”, responde la descendiente Nasa Yuwe. “Son fincas dentro de un pueblo pequeño que te brindan serenidad, completo silencio mientras duermes. En ellas también puedes disfrutar de una piscina o de un baile, en medio de un ambiente campestre”.

Y al tocar este tema, la guía ofrece el pasadía: un recorrido por diversos sitios de interés del poblado, con una tarifa que oscila entre 90 mil y 120 mil pesos, con comienzo a primera hora de la mañana y final hacia la hora del crepúsculo vespertino. “Podemos ver hasta trapiches paneleros tradicionales, ahora inactivos, pero que con respaldo del gobierno deben ser adecuados para mostrarlos no solo como reliquia, sino como productores de panela. Son objetivos a futuro”, recita la mujer.
La mujer… Oh Carmen Estela, que es oído atento a lo que plantea este entrevistador.
—Miranda, ¿cómo es Miranda?… Mujer, ¿cómo es la mujer mirandeña? —interrogo.
“Miranda es encantador, donde la mujer destaca por lo cálida, lo dulce, lo amable, lo cariñosa. Y también por ser líder, dispuesta a caminar de la mano de sus congéneres y con mucho sentido de la unidad, porque en Miranda una somos todas. Ven a Miranda y disfruta nuestro territorio”.
Nota PD: Concluyo la rápida interacción con Carmen Estela, aun con el malestar encima, y vuelvo a casa para garrapatear este ‘Vitrinato-Día 2’. Trato de hallar imágenes de Miranda y puntualización de información en el código QR que me ha indicado Mestizo Agudelo, pero, “por algún motivo, está desactivado”.
Créditos por fotografías: José Orellano – https://www.proclamadelpacifico.com/ – https://www.dan-spa.com/