Suicidio

Suicidio

Para combatir el suicidio, un anhelo del módulo ‘Entre May y Sierra’ de Jorge Agudelo Moreno: que el gobierno del cambio implemente programas de prevención, autocuidado, manejo de estilo de vida saludable y educación emocional.

El suicidio en Colombia

Por Jorge Agudelo Moreno

Gran consternación nos produjo a los samarios y magdalenenses la noticia de que, en la mañana del pasado miércoles 22 de junio, fue hallada sin vida en su habitación una joven de 15 años, todo indica que se suicidó. Hasta el momento, a pesar de haber dejado una carta escrita, no se conocen los motivos que llevaron a la adolescente a ponerle fin a su existencia. Los familiares, amigos y la comunidad educativa del colegio Divino Niño, institución a la que asistía la menor con gran dedicación y empeño, se encuentran consternados por esta noticia.

El suicidio es un fenómeno que se presenta en distintos lugares del mundo y que, en Colombia, después de la pandemia del Covid 19, se ha disparado notablemente.

Los motivos que llevan a adolescentes y adultos a tomar esta decisión son múltiples y variados, van desde conflictos familiares, bullyng y discriminación, hasta deudas y problemas entre parejas. Colombia presenta la cuarta tasa de suicidio en el grupo etario de entre 10 y 24 años, dentro de los países de América Latina, según último informe de 2019, así: Brasil con 14.540 suicidios, México con 6772, Argentina con 3747, Colombia con 1965 y Chile con 1770 suicidios, y los hombres triplican a las mujeres. En este contexto, es importante diferenciar cuáles son los principales factores de riesgo que aumentan la probabilidad de suicidio en las personas. La característica que está más relacionada con los suicidas, dicho por los especialistas, son las enfermedades psiquiátricas, en especial los trastornos bipolares, afectivos, psicosis y trastornos por dependencia. Es, por lo anterior, que es muy importante estar atento a las señales de alerta detalladas a continuación:

* Cambios en la conducta… *Irritabilidad… *Mal genio… *Falta de sueño… *Aislamiento… *Baja en el rendimiento tanto académico, cultural, deportivo o productivo… *Falta de energía… *Cambios en el apetito.

Igualmente, existe una gran variedad de factores que pueden afectar al momento de tomar la decisión, por ejemplo, sexo, edad, estado civil, entre otros. Esto porque, conforme a lo explicado, el suicidio es mucho más frecuente en hombres mayores, que están por encima de los 60 años, a pesar de que han aumentado las tasas de suicidio en jóvenes que están entre los 14 y 35 años. Además, se ha demostrado que las personas solteras, recién separadas o con el diagnóstico de una enfermedad grave o terminal, tienen estas actitudes más habitualmente, mientras que estar casado es considerado un factor protector, asimismo lo son el mantener una vida espiritual y religiosa y cultivar vínculos fuertes con otras personas. También se declara que la oportunidad es otro factor de riesgo a considerar, puesto que quienes tienen acceso a armas, productos, herramientas o drogas, aumentan su riesgo de adquirir conductas suicidas y esa oportunidad de acceso es letal… Pero la pregunta es: ¿Cómo se puede prevenir un suicido? Los especialistas aseguran que es de suma relevancia, especialmente en el caso de los adolescentes, que si el paciente presenta uno o más de los síntomas expuestos anteriormente, lo más recomendable es que se busque ayuda de un psiquiatra capacitado para atenderlo, y de esta forma determinar si es que efectivamente existe algún tipo de trastorno del ánimo. Además, también se puede complementar su terapia con opciones alternativas, sin embargo, por ningún motivo debe dejarse de lado la atención médica.

Otro punto a considerar es el acompañamiento. Los familiares de pacientes con más factores de riesgo deben conversar con sus seres queridos para mantenerse al tanto de cómo se están sintiendo y prestarles toda la atención necesaria. Esto, porque muchas veces la suicidalidad se pasa por alto, ya que se piensa que son actitudes “para llamar la atención”, pero conforme a lo aclarado por los especialistas, esto no es así. “Lo que pasa es que muchos se van perfeccionando en eso y van perdiendo el miedo, van eliminando barreras, no toda la gente se suicida de un viaje, hay gente que empieza por tomarse unas pastillas, sigue por tomar más pastillas, después ya empieza a pensar en formas distintas, buscan en google, se perfeccionan en ese tipo de acciones”, confiesan la mayoría de psiquiatras. Pero también es relevante, para evitar el suicidio, que las personas utilicen los recursos dispuestos para prevenir estas situaciones. Existen redes de apoyo, teléfonos que atienden a la angustia y la depresión y programas de prevención al suicidio que buscan evitarlo.

Finalmente, y no nos cansaremos de repetirlo, mientras no haya una política pública nacional permanente que impulse la cultura de la prevención, el autocuidado, el manejo de estilo de vida saludable y la educación emocional, este flagelo, al igual que los accidentes, las enfermedades, las tragedias y las muertes, seguirán en aumento, tal como lo venimos repicando desde hace 18 años, cuando publicamos el segundo libro llamado “La cultura de la prevención, una urgencia social”…

Ojalá que, en el próximo gobierno del cambio, que se instala el próximo 7 de agosto, estas políticas sean implementadas en su totalidad… “Gobernar es prevenir”, como dijera el famoso escritor Francés Emile de Girardin… ¡Que así sea!