Día de la mujer

Día de la mujer

8M no es fiesta, es memoria y lucha. Evo Matrix recrea historia sobre el Día de la Mujer y explora raíces, desafíos y camino hacia la equidad. Marzo 8: ¡Conmemoración!

Imagen de portada: Empotrados en una ilustración-homenaje por IA a la mujer, dos cuadros del pintor banqueño Adib Navarro Namén —quien preparó un video con sus cuadros como homenaje, al final de la página—, cuya temática gira en torno a ella: su feminismo, su rebeldía, su libertad. Complementan la Imagen de portada dos versos de los seis que llevaba escritos en su manto la poeta andalusí, de Córdoba-Andalucía, Wallada bint al-Mustakfi (994-1091), quien, talentosa, inteligente y de espíritu independiente, también se integra esta vez a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Abajo, breve reseña de Wallada.

CONMEMORACIÓN

Un grito en la historia…
una llama en el porvenir

El 8 de marzo no es una celebración. No es un día para regalar flores ni descuentos en tiendas. Es un recordatorio de lo que se ha logrado y de lo que aún falta. Es un grito en la historia y una llama en el porvenir. Porque mientras haya una mujer cuyo derecho sea negado, la lucha no ha terminado.

Por Evo Matrix

Algunas fechas en el calendario no solo son marcas en el tiempo, sino cicatrices en la historia, señales de fuego que iluminan el ayer, el hoy y el mañana. El 8 de marzo es una de ellas.

Es un día que resuena con la fuerza de miles de voces que, a lo largo de los siglos, han exigido justicia, equidad y reconocimiento. Pero, ¿de dónde viene esta fecha? ¿Qué se ha logrado y qué queda por hacer? ¿Es el feminismo una lucha justa o un choque de fuerzas contra el machismo? Sumémonos a este viaje, donde la historia y la realidad se entrelazan en la marcha de la mujer hacia el porvenir.

Orígenes

Para entender el Día Internacional de la Mujer, hay que viajar al siglo XIX, una época de revoluciones industriales y sociales, en la cual la mujer tenía un papel secundario, relegado a las sombras de la casa y la fábrica.

El 8 de marzo de 1857, las mujeres que trabajaban en la industria textil (llamadas “garment workers”) de Nueva York, organizaron una huelga.

Fue en 1908 cuando un grupo de trabajadoras textiles en Nueva York salió a las calles para exigir mejores condiciones laborales, reducción de jornada y derecho al voto. Un año después, en 1909, se celebró por primera vez el ‘Día Nacional de la Mujer’ en Estados Unidos, impulsado por el Partido Socialista.

El evento crucial llegó en 1911, cuando un incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York cobró la vida de más de 140 trabajadoras, muchas de ellas inmigrantes. Las puertas cerradas con candado para evitar descansos innecesarios se convirtieron en trampas mortales. Esta tragedia se convirtió en símbolo de la lucha por los derechos laborales y de género, y en 1917, en plena Revolución Rusa, las mujeres obreras protagonizaron una huelga masiva que llevó al gobierno a declarar el 8 de marzo como una fecha clave. Décadas después, la ONU oficializó la conmemoración en 1975.

Choque de visiones

El feminismo no es solo un movimiento, es una revolución silenciosa y ruidosa a la vez, que se enfrenta a un sistema que durante siglos ha normalizado la desigualdad. Su objetivo no es imponer una supremacía de género, sino equilibrar una balanza históricamente inclinada a favor del hombre.

El 8 de marzo de 1908, 15.000 mujeres se manifestaron por las calles de Nueva York para exigir un recorte del horario laboral, mejores salarios, el derecho al voto y el fin del trabajo infantil.

El machismo, en cambio, es un legado que se ha vestido de cultura, de costumbre, de tradición. Es la voz que susurra: “Así han sido siempre las cosas”, y la mano que aprieta el freno cuando una mujer quiere avanzar.

Sin embargo, el debate se enreda en discursos extremos. ¿Es el feminismo radical una respuesta al machismo estructural? ¿Es la equidad de género una amenaza para la identidad masculina? En el torbellino de opiniones, hay quienes confunden el empoderamiento con la revancha y la lucha con la confrontación. Pero si algo ha demostrado la historia es que cuando las mujeres ganan derechos, la sociedad entera avanza.

De la sombra a la luz

El siglo XX y el XXI han sido testigos de conquistas fundamentales. El sufragio femenino, el acceso a la educación superior, el derecho al trabajo en igualdad de condiciones, la legalización del divorcio, la despenalización del aborto en varios países, la visibilización de la violencia de género y la participación política femenina son solo algunos hitos de esta lucha.

Hoy, mujeres lideran países, empresas y movimientos. Son astronautas, científicas, artistas y activistas. La equidad avanza, pero no a la misma velocidad en todas partes. En algunas regiones, las niñas aún son vendidas como esposas, se les niega la educación y la mutilación genital sigue siendo una práctica vigente. Los techos de cristal aún existen y la brecha salarial sigue siendo una herida abierta.

Otra estampa elaborada por IA con motivo del Día Internacional de la Mujer.

Realidad y desafíos

El feminismo del siglo XXI se enfrenta a nuevos desafíos: la era digital, la polarización ideológica, la resistencia de sectores ultraconservadores y la violencia de género en sus formas más crueles. En muchos países, las cifras de feminicidios son alarmantes, y la impunidad es el otro rostro del crimen.

Las redes sociales han servido como altavoz para denunciar abusos, pero también como espacio para discursos de odio y desinformación. El movimiento #MeToo, nacido en Hollywood, es un ejemplo de cómo la voz de una mujer puede encender una revolución global. Pero, al mismo tiempo, las campañas de desprestigio contra activistas feministas demuestran que la resistencia al cambio sigue vigente.

La sombra de la violencia

La violencia de género es la manifestación más brutal de la desigualdad. Feminicidios, acoso sexual, trata de personas, mutilación genital, violencia doméstica. Cada cifra representa una historia rota, una vida arrebatada. En América Latina, uno de los continentes con mayor índice de feminicidios, las cifras son escalofriantes: miles de mujeres son asesinadas cada año por el simple hecho de ser mujeres.

Sí, el 8 de marzo es la conmemoración.

Pero la violencia no es solo física. La discriminación laboral, la invisibilización en los medios, la presión social sobre el cuerpo femenino, la falta de representación en puestos de poder, también son formas de violencia estructural. En muchos países, las leyes existen, pero la justicia aún no tiene el mismo peso para todas y todos.

La llama sigue ardiendo

¿Qué nos espera en las próximas décadas? ¿Un mundo donde la igualdad sea una realidad o una lucha interminable? La educación y la sensibilización son claves. Los cambios estructurales no ocurren de la noche a la mañana, pero cada generación aporta su grano de arena.

La nueva ola feminista es interseccional, inclusiva y global. No solo lucha por la mujer cisgénero, sino por la mujer trans, por la no binaria, por todas aquellas identidades que han sido marginadas. Se enfrenta al patriarcado, pero también a sus propios dilemas internos. El reto es no fragmentarse, ni perder el rumbo y seguir avanzando sin dejar a nadie atrás.

El 8 de marzo no es una celebración. No es un día para regalar flores ni descuentos en tiendas. Es un recordatorio de lo que se ha logrado y de lo que aún falta. Es un grito en la historia y una llama en el porvenir. Porque mientras haya una mujer cuyo derecho sea negado, la lucha no ha terminado.

Aporte de la poeta Wallada

Los seis versos que la poeta Wallada bint al-Mustakfi llevaba escrito en su manto:

Sobre el hombro derecho:

Estoy hecha, por Dios, para la gloria,
y camino, orgullosa, por mi propio camino.

Y sobre el izquierdo:

Doy mi poder a mi amante sobre mi mejilla
y mis besos ofrezco a quien lo desea.

Wallada bint al-Mustakfi. Retadora.

Quién fue Wallada

Wallada bint al-Mustakfi (994-1091) fue una poeta andalusí de Córdoba, célebre por su talento, inteligencia y espíritu independiente.

Hija del califa Muhammad III, desafió las normas de su tiempo, llevando una vida libre y rodeándose de intelectuales. Su poesía, de tono apasionado y audaz, refleja su orgullo y amor propio.

Fue famosa por su relación con el poeta Ibn Hazm y, más tarde, con Ibn Zaydún, con quien mantuvo un romance marcado por la pasión y el desengaño. Su figura simboliza la lucha de la mujer por la expresión y la libertad en Al-Ándalus.

Eventos por el Día

Esta es la programación para conmemorar en Bogotá el Día Internacional de la Mujer, por https://bogota.gov.co/:

Fúgate al Barrio – Taller de escritura por el 8M: Derecho a una cultura libre de sexismo… De 8:00 a.m. a 1:00 p.m., en la Plaza de los Alfiles, Centro Comercial Gran Estación, Av. Calle 26 #62-42.
Se abordará el derecho a una cultura libre de sexismo, acompañado de una exposición sobre la prevención del acoso sexual callejero y la socialización del portafolio de becas con enfoque de género.

Retratos – Mujeres en la calle. En el marco de Fúgate al Centro y Camina Seguro en alianza con la Secretaría de Integración Social. Desde las 9:00 a.m., en el Parque Santander, en la calle 15 con carrera. 7ª… A través de una serie de retratos fotográficos, se capturarán las vivencias de mujeres en condición de habitabilidad de calle, promoviendo la reflexión sobre sus derechos y visibilizando su rol en la sociedad.

Cine en la Calle 10 – Película ‘María Cano’. A las 6:00 p.m., en la calle 10 con carrera 3, frente a la sede principal de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño-Fuga… Presentación de la película ‘María Cano’ —Colombia, 1990—, dirigida por Camila Loboguerrero, la primera directora de cine de Colombia. Una historia que honra la lucha por los derechos laborales y sociales de las mujeres

Homenaje por Adib Navarro Namen

Así es el homenaje de Adib Navarro Namén a la mujer en su día.