Con la siguiente PD: “Otro punto de vista, amigo José-Orellano. Ojalá lo publiques para dar equilibrio a la opinión”, el ciudadano samario Abel Rivera-García opina sobre el Consejo de ministros.
Santa Marta, febrero 5 de 2025.
A propósito del Consejo de gobierno
del presidente Petro, ayer 4/02/2025
(Enviado al WhatsApp del director este viernes 7/02/2025)

Por Abel Rivera García
En la crítica políticamente intencionada, del Consejo de Gobierno público y televisado, realizado en la noche de ayer 4 /2/2025, la gran prensa nacional, la de los grandes magnates y gremios económicos, ha abierto todo su aparato de prensa radial y televisiva, para denostar del gobierno de Petro criticando aspectos propios de su desarrollo, como aberrantes e inconvenientes para el normal desarrollo del país; por el solo hecho que de una manera abierta (abiertísima y sincera) y sin precedentes en la gobierno nacional de Colombia, se le haya dado una oportunidad al debate dialéctico en su interior; y que en consecuencia el pueblo colombiano conoció de primera mano realidades de cómo va el actual gobierno del presidente Petro, en cuanto a ejecuciones del programa de gobierno para cada uno de los ministerios, institutos administrativos y entidades descentralizadas.

Malvadamente critican con asombro que, con solo el ejercicio de reunión pública para evaluar el nivel de las ejecuciones del programa de gobierno con un ánimo de enmienda, se está en el camino de corregir los entuertos, las exacciones y errores de lo que va transcurrido de este gobierno, sin timideces ni subterfugios retóricos, comunes en las viejas administraciones de los gobiernos anteriores a Petro.
Olvidan que en los consejos de gobierno ultrasecretos que realizaban los gobiernos de derecha pasados, todo lo que en ellos se trataba era clandestino – con secreto de omertá – para encubrir las conjuras y tramas para defraudar al erario de los colombianos, como era el propósito principal de sus mandatos.
También desconocen que, la Crítica y la Autocrítica son métodos de descubrimiento y superación de los errores y defectos, que se utiliza ampliamente en la vida personal, social y política en los países democráticos para ser capaz de discernir y reconocer las propias y ajenas limitaciones; y que en términos políticos, es el hecho de analizar y reconocer públicamente ante el organismo político administrativo, funcionario o autoridad legal y responsable, sus propios errores o desviaciones respecto del cumplimiento de la línea oficial o compromisos asumidos ante el pueblo o nación, en el programa comprometido por el partido o gobierno elegido.
Teniendo en cuenta que, en dicho Consejo de Gobierno Presidencial, el presidente PETRO fue el único que tuvo la honestidad y el valor de autocriticarse abiertamente y ante el país, es oportuno repetir acá, lo que ya otros librepensadores han concluido al respecto: La competencia crítica y autocritica es la capacidad de examinar situaciones de manera responsable y autónoma para mejorar personalmente. Puede ser negativa cuando se enfoca solo en debilidades, o positiva cuando se analizan tanto puntos fuertes como débiles para aprender de errores y mejorar. La crítica es la acción de enjuiciar o juzgar hechos o conductas, mientras que la autocrítica es la crítica que una persona hace de sus propios actos o comportamientos.
Y se olvidan que como dijera el filosofo Heráclito, considerado como ‘padre de la dialéctica’ en occidente, es el primero que considera que la contradicción no paraliza, sino dinamiza; y que la dialéctica es una práctica metodológica de los debates y controversias filosóficas cuya característica central es la confrontación de dos ideas para dar con una tercera. Los pensadores antiguos la definían como el arte de la discusión, una actividad del pensamiento que consistía en comparar tesis contradictorias.

Gracias a ese inusual Consejo de Gobierno de anoche, el pueblo colombiano pudo saber que existe un inaudito retraso en el cumplimiento de un mayoritario porcentaje de los 195 ítemes comprometidos por el presidente, y que por tanto hay 146 promesas de gobierno incumplidas a la fecha, también pudimos saber que algunos ministros están de bacanes (cómodos e ineptos), calentando su puesto sin ejecuciones notorias y que se necesita que sean cambiados por otros más comprometidos políticamente al menor tiempo posible, que en el momento político actual, el nombramiento de Benedetti como Jefe de Gabinete Presidencial, es algo absurdo y con el rechazo, no solo por algunos ministros, que se requiere replantear con urgencia y radicalidad el desarrollo inestable e ineficiente del gobierno popular alternativo del presidente Petro, para garantizar la continuidad del Progresismo para el inmediato futuro político de la nación colombiana, que el gobierno en lo que queda del periodo de gobierno, deberá pensar más en las obras y los grandes proyectos de urgente necesidad para el pueblo y la nación, antes que en la implementación de las grandes y necesarísimas reformas, que han contado y seguirán sufriendo el rechazo y desaprobación de un Congreso con mayoría en su oposición cerril y obcecada, que solo está interesada en retomar su poder corrupto y plutocrático al servicio de privilegiados.
Vale recordar que, incluso en los gobiernos progresistas como el actual que preside el presidente Petro Urrego, en el marco de alianzas y acuerdos políticos con otros partidos, movimientos y fuerzas políticas, dentro del equipo de gobierno vinculan “tecnócratas” y personajes sociales perteneciente a la derecha autodeclarada o a la derecha encubierta, para favorecer el flujo de las reformas obras y cambios ofrecidos en sus programas políticos. Pero como el mico sigue siendo mico aunque de seda se vista, esos convidados a gobernar, como fieles e incondicionales intérpretes de su idearios políticos de autoritarismo y antidemocracia, fungen como reyes y dictadores sus roles de altos funcionarios del estado, y sin confesarlo ni mostrarlo nunca en público, asumen como enemigos o contrarios a todo aquel que en una posición de mayor o igual cargo ejecutivo en el gobierno, o como ciudadano del común, que en su natural deber como colombiano, cuestionan o contradicen de buena fe sus opiniones; y para prevalecer ante todos sus posiciones, crean alianzas de secretos conjurados.
Lo malo del ejercicio de LA “CRITICA Y LA AUTOCRÍTICA” en los colectivos políticos, es que siempre hay algunos avivatos de carácter y formación, que son autoritarios, egoístas e inescrupulosos que jamás se autocritican, pero si critican fervientemente a los demás. ARG
Saludos cordiales, amigo.
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