El gran Pepe

El gran Pepe

Abogado-investigador cultural, Alfonso José Molina Molina escribe una crónica resaltando la vida y obra de su tío Pepe en su natalicio 93. El Muelle Caribe hace eco de tal biografía.

Imagen de portada:  Pepe Molina, en su frecuencia como visitante del Bingo Centro, situado a un lado del tradicional edificio Banco Popular, de Barranquilla, por cuyas inmediaciones solía merodear en el ocaso de su vida.

«Espero que sea de su agrado»

Mensaje al director: Con esta crónica quiero resaltar la vida de mi tío Pepe en su natalicio 93, dando a conocer su legado cultural y el origen de nuestra vocación por la música y la cultura. Espero que sea de su agrado. Alfonso José Molina Molina.

Un hombre llamado Pepe Molina

Vida y obra de José Miguel Molina Jiménez, cantante, compositor, locutor, periodista, promotor de boxeo y pare de contar…

Por Alfonso José Molina Molina

Su origen y sus inicios

José Miguel Molina Jiménez, un hombre inquieto y polifacético.

Se le conoció como Pepe Molina, locutor, compositor y cantante y, además, manejador de boxeadores.

Nació el 21 de julio de 1931, en Juan de Acosta, municipio costero, ubicado en el occidente del departamento del Atlántico, en el seno de una humilde familia conformada por José del Carmen Molina y Justina Jiménez Díaz, jefa de enfermeras del Hospital Infantil de Barranquilla y quien lo apoyó en todas las aventuras.

La identidad de José Miguel Molina Jiménez o Pepe Molina en tres piezas gráficas editadas: cédula, libreta militar y carné de la Acord: ciudadano y periodista.

El mayor de 6 hermanos, se crio en su tierra hasta los 11 años de edad y realizó sus estudios primarios en el colegio público de esa municipalidad.

En 1942, el núcleo familiar Molina Jiménez se traslada a Barranquilla, en donde José Miguel inició estudios secundarios en el colegio San José de esa ciudad, para pasar luego en la escuela de Comercio Moderno de don Modesto Gómez.

Entre 1951 y 1953, fue seleccionado para prestar el servicio militar en las ciudades de Barrancabermeja y Bucaramanga-Santander, y regresaría a Barranquilla el 23 de febrero de 1953, luego de haber cumplido con el deber de la patria.

El deporte en su juventud

De joven, practicó el futbol jugando en diferentes equipos de la ciudad hasta llegar al Nariño Futbol Club de la primera categoría. Deporte que combinaba con la práctica del baloncesto jugando al lado de personajes como Ramón Jessurum, Juan Gallardo, Jimmy de la Espriella y otras estrellas de la época que conformaron la selección Atlántico.

Irrupción en la locución y la radio

Posterior a su regreso del Ejercito, José Miguel Molina Jiménez se dedicó a laborar en la Aduana de Barranquilla y lo hizo durante un periodo de nueve años, una actividad que combinó con sus incursiones musicales y radiales en los programas aficionados que para la época dirigían Carlos Fernando Garay en Emisora Atlántico y Marcos Pérez Caicedo en la Voz de la Patria.

Para esa misma época, en 1962, fue llamado por la empresa Postobón que gerenciaba en ese entonces Ignacio Gómez Villegas y allí realizó sus pinitos como locutor y presentador de espectáculos artísticos, lo cual le valió para que le nombraran como jefe de publicidad de dicha empresa en la Barranquilla y luego en Cartagena. Con Postobón laboró un apreciable tiempo hasta cuando se retiró de manera voluntaria.

Ya como hombre de radio, Pepe Molina en un estrado compartido con colegas y personajes.

“Como la empresa la compró Ardila Lule, se me abrieron las puertas para comenzar a hacer radio en RCN, aunque ya había comenzado en La Voz de La Patria y La Voz de Barranquilla por allá en los sesenta”, decía José Miguel, cuando ya su apelativo Pepe —un modo cariñoso y abreviado del nombre José— era popular en la región.

En dichos bailes, organizados por la empresa Postobón y cuyas tarimas eran ubicadas en el Paseo Bolívar, la calle Murillo, la calle 72, el estadio Romelio Martínez y en los municipios del Atlántico y la Costa Caribe, Pepe Molina tuvo la gran oportunidad de ser presentador de orquestas que, para entonces, se presentaban por primera vez en la ciudad como lo fueron La Billos Caracas Boys,  Los Melódicos, Los Blanco, El Gran Combo de Puerto Rico, Johnny Ventura, Los Corraleros le Majagual, Los Hispanos, Los Black Star, entre otras grandes agrupaciones que engrandecieron la música en el siglo XX.

A mitad de los setentas entró a trabajar como locutor en Radio Vigía y Emisoras Fuentes de Todelar.

En Emisoras Fuentes de Barranquilla tuvo su programa más famoso y estelar llamado ‘El Show de Pepe Molina’, en el cual actuaron por primera vez artistas como Álvaro José ‘El Joe’ Arroyo y Juan Carlos Coronel.

Y fue él, Pepe Molina, quien descubrió el talento como narrador deportivo de Edgar Perea, a quien invitó y motivó para que narrara los partidos del Junior en el estadio Romelio Martínez.

En Radio Mar Caribe tuvo uno de sus últimos programas radiales ‘Las vainas de Pepe’, en el cual se trataba todo tipo de temas de actualidad relacionados con la cultura, el deporte y la música.

Pepe Molina, el músico, con el acordeonista Ismael Rudas y el cantautor Pedro García.

Su huella en la música

Casi que en paralelo con sus inicios en el periodismo, al comienzo de la década de 1960 emprendió su vida musical al lado de maestros de la talla de Pacho Galán, Alfredo Gutiérrez y Morgan Blanco, de cuyos conjuntos hizo parte, drejándonos un legado de más de 100 canciones, entre composiciones e interpretaciones de las cuales quedaron dos grande éxitos para la historia: Joselito Carnaval (1961) y el Cumbión del Junior, cuya versión original fue grabada en su voz, con arreglos especiales del maestro Armando Galán (1984).

Con el maestro Morgan Blanco y ‘Los viajeros’ grabó su primera canción titulada ‘Delirando’, siendo compositor y cantante del tema.

Seguidamente, en 1960, con el mismo conjunto se graba el álbum ‘Flor vallenata’, en el cual se destaca el paseo titulado ‘La costa’, interpretado de manera magistral por mi tío Pepe.

Más adelante, don Diego Jaramillo, gerente de Sonolux en Barraquilla lo llevó a Medellín, donde grabó con el maestro Uribe Bueno y con Edmundo Arias los boleros de su autoría ‘Mi novia’ y ‘Arrepiéntete’ y, además, dos rancheras, dos bambucos y dos pasillos.

Luego hizo parte de ‘Las estrellas’ de Alfredo Gutiérrez, que en el año de 1966 presentaron el álbum ‘A bailar se dijo’, del cual se desprende el éxito ‘Linda morenita’ en la voz de mi tío.

Pepe Molina, ‘Rey Momo’ del Carnaval de Barranquilla.

En su carrera como músico tuvo presentaciones en el programa ‘El show de las estrellas’ de Jorge Barón y se presentó en Caracol radio y La voz de Cali, en ciudades como Ibagué, Bucaramanga, Montería, Santa Marta, Cartagena y Barranquilla.

A Barranquilla le cantó en sus temas ‘Barranquilla cumbiambera’, ‘Vamos a la cumbia’ y el famoso ‘Cumbión del Junior’.

Joselito Carnaval (1961)

Una mañana de 1961, Emilio Fortú, empresario propietario de Discos Tropical, la primera casa disquera fundada en Barranquilla, convocó a sus estudios a los cantantes exclusivos de la firma: Gabriel ‘Rumba’ Romero, Alci Acosta, Conde Araque, Jairo Likazale y José ‘Pepe’ Molina.

Hablaban animadamente sin saber el motivo del llamado, cuando llegó el maestro Francisco ‘Pacho’ Galán, y a cada uno le entregó unas hojas de papel.

“Apréndanse esa estrofa, muchachos, y en un momento grabamos una prueba”, dijo el para entonces ya famoso ‘Rey del merecumbé’.

Al cabo de un rato, se hizo la prueba, bajo la supervisión de Galán, quien finalmente se dirigió a Fortú y le expresó su dictamen: “Molina es la voz para ese tema”. Y lo citó a grabar, a las 2 de la tarde de ese mismo día, al tiempo que le daba la letra completa de la canción.

Por la tarde, Pepe Molina llegó puntual. En 2015, cuarenta y cinco años después, en entrevista con el periodista Estewil Quesada Fernández, mi tío relató que, por entonces, era apenas un cantante que aficionaba por hacer coros y presentarse en escenarios pequeños, pero no un profesional ciento por ciento dedicado a la música.

Esa primera vez, cuando quedó solo frente al micrófono, acompañado por 23 músicos, los nervios se apoderaron de él. Sin perder la calma de director, Galán mandó comprar una botella de ron Blanco y ordenó que le dieran, uno tras otro, cuatro tragos largos. Quince minutos más tarde, en su debut como intérprete de una orquesta, la internacional de Pacho Galán, José Molina dejó su voz para la eternidad en el fandango compuesto en 1943 por el maestro Lucho Bermúdez. (Apartes de crónica por Estewil Quesada Fernández en El Tiempo del 9 de febrero de 2015.

Pepe Molina, en la entrega de los premios ‘Cacique de Oro’. Escenario: el otrora inmejorable Amira De la Rosa.

Con la orquesta de Pacho Galán grabó alrededor de 20 temas entre los que se destacan, además de ‘Joselito Carnaval’, ‘La guarapera’ y ‘La ceiba pará’.

El cumbión del Junior (1984)

De las cien composiciones de la autoría de Pepe Molina, la mayoría fueran escritas y grabadas en tiempo récord. Fue, precisamente, ‘El cumbión del Junior’ fue el más rápido en su producción: tres horas y media.

En 1984, mientras habitaba en el barrio Porvenir, muy cerca del estadio Romelio Martínez, Pepe no se perdía un entrenamiento de su amado Junior de Barranquilla. Amigo de los Delménico, Varacka, Berdugo, Dida, De Oliveira, nunca pensó que su inspiración se convertiría en un himno imperecedero en la memoria del hincha rojiblanco.

“Vivía cerca del estadio y mi amor por el equipo que más amo me trajo la inspiración, que se convirtió en lo que se conoce como el Cumbión del Junior”, decía cuando se abordaba el tema.

Sobre el origen de ‘El Cumbión del Junior’, en 1983 le contó al periodista Mike Fajardo que “una tarde estaba acostado en la casa, escuchando por radio la antesala del partido Junior-Tolima, cuando de pronto empecé a tararear una melodía. Una sobrina que pasaba me dijo: ‘¡Ay, tío, qué cosa tan bonita! Deje y traigo la grabadora…’. Al rato le puse la letra y me fui al estadio Romelio Martínez. Fabio Poveda (periodista) sacó al aire por radio la grabación y Édgar Perea (el locutor dueño de la sintonía) me puso a cantar a capela y el público hizo el coro. Me dije: ‘”¡Dios mío!”. Al día siguiente, con los arreglos del maestro Armando Galán, hijo del ‘Rey del merecumbé’, grabamos con la orquesta de Pacho Galán”.

«Llegué a la residencia de Pacho Galán y le dije: ‘maestro, le hice una canción al Junior’; él me respondió: ‘¿y ese tema sí vende?’. Me picó el ojo y me dijo: “Cántala a capella, la primera estrofa”. Y arranco yo con mi canción: ‘Barranquilla tiene que estar orgullosa (Bis)/. De su Junior bravo/ que la toca y la toca’…»

«“¡Pará”, me cortó. Pensé para mis adentros ‘¡qué vaina, al maestro no le gustó!’ Cuál no sería mi sorpresa cuando tomó el teléfono y llamó a Diego Jaramillo, gerente de Sonolux, y le dijo: ‘Necesito grabar esta tarde a la una y treinta’. A esa hora comenzamos a grabar ‘El Cumbión. Se me ocurrió sobre la marcha arrancar con la frase… “¡sale Junior!”».

Finalmente la grabación del Cumbión se realizó en los estudios de Felito Records.

Su carrera como manager de boxeo

Pepe Molina con uno de sus expupilos: ‘La cobra Valdés’, ojeando, y hojeando, recuerdos eternizados en un antiguo álbum de papel.

En los setenta comenzó su rodar por el mundo del boxeo. Su paso por este deporte se debió a su estancia en Cartagena por más de 30 años. Allí fue promotor, realizó más de 300 veladas boxísticas e inauguró la plaza de toros de esa ciudad el 2 de enero de 1972.

Apoderó a varios pugilistas, pero su orgullo fue ‘La cobra’ Valdés, el hombre que protagonizó la pelea del siglo en Cartagena ante Néstor ‘Baba’ Jiménez (18 de febrero de 1978).

“Recaudamos 700 mil pesos, que fue un dineral para esa época. Fue una pelea muy reñida. Recuerdo de esa Cartagena de los setenta, que era sana, honesta, pero ese día hubo de todo…”.

Valdés lo miró con cara de sospecha cuando dijo que “ese día hubo de todo”. Y le reprochó con insistencia “bueno, Pepe, ¿qué pasó? habla”. Molina hizo la pausa acostumbrada antes de una gran revelación.

«‘El perro’ —Jesús María Villalobos, dueño de una empresa de chance, quien fue asesinado hace cuatro meses— había apostado. Y déjala ahí. No te cuento más”. La esposa del expugilista cuenta ,moviendo los labios, pero si mencionar palabra alguna. “El Perro había apostado en contra de La Cobra”».

«Ahí se vio de todo», dijo Pepe. «Ese día se acabó la inocencia de la Cartagena que conocí. La radio me dio plata, pero toda me la acabé en el boxeo. Valdés pudo llegar más lejos, de no ser por el accidente que terminó en una fractura del antebrazo derecho. “Con el que está arriba no se pelea, Valdés, no se pelea”».

Otra anécdota que jamás olvida ‘La cobra’ Valdés, al lado de su mentor José ‘Pepe’ Molina, fue cuando sostuvo la pelea en Cartagena el 22 de mayo de 1978 contra el mexicano Tarcisio Gómez.

“El mexicano me estaba dando una monda. Cuando terminó el quinto asalto, Pepe me dijo: ‘pégale un golpe abajo’. Le pregunté todo ingenuo y él me gritó: ‘¡en los huevos!, y luego le metes un gancho en la cara’. Sonó la campana para el sexto asalto, y cumplí al pie de la letra las indicaciones de Pepe, y tiré a la lona al mexicano… el árbitro comenzó el conteo…1, 2… y de pronto se detuvo y dijo: ‘2 por 5 igual a 10’, final del combate. No sé cómo hizo Pepe, pero en fracciones de segundo arregló la pelea y me salvó de cipote paliza y gané por nocaut técnico. (Apartes tomados de ‘La Chachara’, artículo de Francisco Figueroa Turcios).

Pepe Molina flanqueado por el inolvidable Fabio Poveda Márquez y Rafael Sarmiento Coley. Trío periodístico Caribe.

Por el boxeo, en la capital de Bolívar Pepe Molina fundó una revista de circulación internacional llamada ‘Puños criollos’ y organizó una cartelera de boxeo en la plaza de toros de Cartagena de Indias un día antes de su inauguración. Montó programas por varias ciudades de Colombia y, en sociedad, en países como Venezuela, Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Puerto Rico. Gestó el primer programa radial de boxeo en Barranquilla —en Radio Universal, en 1985—, al lado de los periodistas Alfredo Robles Pérez y Estewil Quesada Fernández.

Era recibido en los aeropuertos de Estados Unidos por promotores de la talla de Don King y Bob Arum, los más poderosos del mundo boxeril y realizó veladas en las ciudades de Los Angeles, San Francisco, Nueva York.

Reconocimientos

Fue miembro de Sayco & Acinpro, organización que le reconocía unas regalías para su subsistencia. Honorarios que actualmente son recibidos por su hija, tras un proceso legal que contó con la ayuda y asesoría del autor de esta crónica.

En 1987, fue presidente del Sindicato de Músicos del Atlántico.

Fue socio honorario de la Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos, ACORD, de cuyo himno es el compositor.

Miembro de la Asociación Colombiana de Periodistas.

Miembro y Socio Fundador del  Sindicato de Trabajadores de la Música Colombiana-Sintramucol.

Fue el Primer Rey Momo del Carnaval de la 44 en 2002.

La vida y obra de Pepe Molina habían sido exaltadas en 2009 por la Acord-Atántico.

Homenajes

En vida recibió varios homenajes por su trayectoria musical y periodística. El gremio periodístico de Barranquilla le realizó tres. El primero de ellos organizado por Acord y organizado por Mike Fajardo y Stewil Quezada. El segundo, organizado por Oswaldo Alvarado, presidente de la Organización Puerta de Oro. Y el tercero, ofrecido por la organización ‘Todo corazón’ de los profesores doctor Luis Bohórquez, Ricardo Camargo y el comunicador Pablo Riascos Mena, evento que se realizó en el ‘Rancho currambero’ el 22 de mayo de 2010.

El 21 de diciembre de 2009 la Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos Acord-Atlántico exaltó su vida como periodista.

La Asamblea del Atlántico, mediante resolución de mesa directiva no. 000103 de mayo 14 de 2010, exaltó su vida y obras y sus aportes al municipio de Juan de Acosta y al departamento del Atlántico. Dicho reconocimiento fue promovido por las diputadas Betty Del Socorro Echeveria De Daníes y Nestar Franco De Ferrer, quien fue la encargada de entregarle el reconocimiento.

Ocaso y muerte

Sus familiares nunca pudimos convencerlo de que se volviera a vivir en Juan de Acosta. Su amor hacia la ciudad de Barranquilla y su condición de hombre libre e indomable hizo que se radicara en el Centro de la capital del Atlántico, en donde merodeaba por sus calles y era común encontrarlo en el Bingo Centro ubicado a un lado del edificio Banco Popular.

Pepe Molina, avanzado en edad, merodeaba por el centro de Barranquilla.

Sus últimos años de vida fueron marcados por el padecimiento de la enfermedad de Parkinson lo que deterioró su salud física y mental y lo llevó a su muerte en un hogar de paso en Barranquilla el día, 18 de enero de 2015.

Sus exequias se cumplieron en Juan de Acosta, donde no recibió ningún homenaje por parte de autoridad municipal alguna de la época. El último adiós se lo dieron sus familiares y amigos. Durante el funeral, el maestro Ángel Alfonso Molina Molina, ‘El Cóndor legendario’, pronunció un sentido discurso en su despedida.

Sus restos reposan en el cementerio Morada de Paz de Juan de Acosta, al lado de los de mi abuela Justina Jiménez.

ALFONSO JOSÉ MOLINA MOLINA-Abogado e investigador cultural.

AGRADECIMIENTOS: A mi tío Rafael Eduardo Molina Jiménez, quien conserva una carpeta con la mayoría de datos y fotografías familiares.

FUENTES: El grueso de la información hace parte de una autobiografía encontrada en la carpeta, la cual fue escrita de su puño y letra. Archivos de los diarios El Heraldo y El Tiempo y sitio web lachachara.co