Un héroe y un villano

Un héroe y un villano

Crónica de Bolivia 1–Colombia 0, en El Alto, por Evo Matrix: Camilo Vargas, héroe, y Willer Ditta, villano, con su pase errado hacia la banda, el origen del gol ganador.

Imagen de portada: El boliviano Miguel Tercero, el 7, celebra su conquista a los 59 minutos y con la cual derrotó a Colombia en El Alto y puso fin al invicto del equipo de Néstor Lorenzo en la eliminatoria. Imagen tomada de https://www.reduno.com.bo/

Un error y… ¡No se pudo!

Por Evo Matrix

A 4.150 metros sobre el nivel del mar, el escenario en El Alto no perdonaba. El frío, el aire delgado y una Bolivia encendida en su patio nos hicieron sudar la gota gorda desde el primer minuto. Pero ahí estaba nuestra Selección, guerrera como siempre, lista para darlo todo en un campo donde respirar ya es un triunfo.

Los primeros minutos del primer tiempo fueron un dame y dame. Los bolivianos entraron a arrasar. La altura se sentía, pero la ilusión no mermaba. Camilo Vargas, ¡qué arquerazo!, parecía tener alas en vez de guantes, volaba de un palo a otro, ahogando los gritos de gol bolivianos en hasta seis, quizá siete oportunidades clarísimas de gol en el primer tiempo. Vargas era un muro. Si había una oportunidad para nosotros, estaba en sus manos.

A veces el fútbol, como la vida, se decide en un solo instante. El error de un segundo puede borrar el esfuerzo de largas horas, de muchos días, pero también nos deja lecciones que forjan el carácter.

El que gana es el goza… Y es lo que hacen los jugadores bolivianos, ellos ganaron. Imagen por Conmebol.

En los 4.150 metros de El Alto, Bolivia y Colombia protagonizaron un duelo en el que la altura, el frío y un balón errante marcaron la diferencia. Con este telón de fondo, la Selección luchó, se defendió y mostró destellos de coraje, pero un error, un solo error, selló el destino del partido.

A los 57 minutos, llegó el instante fatídico, tras una mala salida del defensa Willer Ditta, un ‘lapsus taquis’ de esos que cambian partidos: en un intento por salir jugando rápido desde el fondo, erró un pase y mandó la bola a tiro de banda. Corría el minuto 57, fatal para las aspiraciones colombianas.

Bolivia no perdonó. Cobró rápido, sin darle tiempo a nuestra defensa de rearmarse. Miguel Tercero, con el balón en los pies, hizo una obra maestra: eludió a tres defensores, a Borja, Lucumí, a Castaño, lo hizo con una elegancia que dolió, se plantó frente a Vargas y, en un remate certero, con la izquierda, dejó sin opción al héroe, aunque hasta allí se estiró Vargas: ángulo superior derecho, inatajable, qué zurdazo y… ¡Golazo! El gol de la fecha.

Al oxígeno recurre Santiago Arias para fortalecer pulmones.

El tiempo corría, pero el corazón de nuestros muchachos no dejaba de latir con fuerza. Intentaron, buscaron por arriba, por abajo, pero la montaña parecía cada vez más alta, y el oxígeno más escaso. No fue la noche de nuestros delanteros: a Roger Martínez lo habían lesionado al minuto 17 cuando iba rumbo al gol y Héctor Cuéllar, su verdugo, se fue expulsado del partido. El remplazo de Martínez, John Córdoba desperdiciaría cinco claras oportunidades de golear.

Bolivia se aferraba al resultado como un minero a su veta de oro y lo hizo bien. Todo el equipo se metió en su área chica y le gano el duelo a los colombianos que, según los narradores, les sacaban chichones a las cabezas defensoras de los verdes.

Al final, el pitazo sentenció una derrota amarga, la primera en la era de nuestro nuevo proceso en aspiraciones de llegar a un Mundial. No se pudo. Un error, un solo error, nos costó caro, pero las derrotas también enseñan. Nos toca levantar la cabeza, porque aún queda mucho camino por recorrer, y Colombia, con el alma en alto, siempre vuelve más fuerte.

Esta vez, el capitán, James, no fue efectivo.

Al final de cuentas se puede decir que por Colombia hubo un héroe y también un villano: Camilo Vargas, que, con sus atajadas, evitó la super-goleada, y Willer Ditta que mandó el balón al saque de banda que Bolivia aprovechó al máximo para anotar, por intermedio de Terceros, ‘el gol mata invicto’.

Colombia recibe a Chile en el Metropolitano de Barranquilla el próximo martes15 de octubre por la jornada 10 de estas eliminatorias, a partir de las 3:30 de la tarde.

Ya no hay estrés por mantener invictos, ahora el objetivo es clasificar, seguir sumando para clasificar, partiendo de la base de que no hay equipos invencibles.

Después de 21 años, Colombia perdió ante Bolivia en Bolivia, que ahora acumula tres victorias en línea y se mete de sexto en la tabla de clasificaciones.