Cientifismo y teología

Cientifismo y teología

Alonso Ramírez-Campo y una reflexión provocadora que desnuda los orígenes teológicos de la modernidad occidental, ocultos bajo la cientificidad. La cristiandad-trinitaria: ¿teología de dominación o matriz oculta del Estado moderno?

Imagen de portada: Un Jesús moreno en un entorno desértico, rodeado de manuscritos, estrellas y figuras abstractas de energía cósmica…. Un emperador romano con corona dorada sentado en un trono que flota sobre una nube, rodeado de templos góticos, fuego inquisitorial y libros encadenados… Y en el centro, una grieta que divide ambos mundo y una silueta humana que emerge representando el conflicto entre liberación y dominación. Una ilustración de IA.

Cristiandad y modernidad

Alonso Ramírez Campo

Existe un tema tabú en los debates y espacios académicos como es el clarificar cómo los fundamentos de la modernidad están camuflados bajo un lenguaje cientificista cuando en realidad su origen tiene arraigo en la teología de la cristiandad.

Para poder argumentar esta visión histórica es preciso mirar aguas arriba para poder visibilizar las causas del tumulto comenzando por el origen del cristianismo.

Es muy común en la historia ver personajes que distan de ser lo que fueron, así como Moisés nunca se vio como judío porque sencillamente en esos tiempos no había judaísmo, existían unas tribus del desierto de origen hebreo —el judaísmo surge muchos siglos después—, así mismo Jesús conocido como el fundador del cristianismo nunca se reconoció cristiano ni pensó que estaba fundando nada, más bien fue un disidente judío al interior del judaísmo en un lugar conocido como Judea y Galilea pertenecientes a los territorios palestinos que hoy se encuentran en el Estado de Israel y en los territorios palestinos. Judea se ubica en la región sur de Palestina, que incluye a la ciudad de Jerusalén y sus alrededores mientras que Galilea comprende la región norte de Palestina, que incluye la ciudad de Nazareth y el lago de Galilea.

La cuestión de la soberanía y el control de estas regiones son temas complejos y controvertidos en el conflicto israelí-palestino y tienen una gran importancia religiosa y cultural para judíos, cristianos y musulmanes que son primos-hermanos por tener un tronco común.

Como movimiento religioso, lo que conocemos como cristianismo se incuba en Jerusalén, tiene su periodo inicial después de la muerte y resurrección de Jesús. Durante este periodo los seguidores de Jesús se esforzaron en comprender y difundir sus ideas, predicando su mensaje a judíos y no judíos, se organizaron en una comunidad de creyentes en Jerusalén, formando iglesias en regiones del medio oriente ocupadas por el imperio romano, difundiendo la escritura de textos cristianos en lengua aramea como las epístolas y los evangelios.

En un periodo de tres siglos el cristianismo tuvo varias corrientes que entran en disputa por adherir creyentes; están los unitarios que enfatizan la unidad de Dios y rechazan la doctrina de la trinidad, los unitarios creen que Dios es un solo ser y que Jesucristo es un ser humano que fue enviado por Dios, pero no es Dios mismo; están los no-trinitarios divididos en varias creencias cristianas que rechazan la doctrina de la trinidad. Esto incluye unitarianismo como se mencionó anteriormente, binitarianismo que creen en dos personas divinas (Dios padre y Jesucristo), los modalistas quienes creen que Dios es una sola persona que se manifiesta de diferentes maneras (padre, hijo y espíritu santo). La principal diferencia entre el cristianismo unitario y el cristianismo no-trinitario es que el unitarismo es una corriente especifica dentro del cristianismo no-trinitario, mientras que el cristianismo no-trinitario es un término más amplio que abarca varias creencias que rechazan la trinidad. En resumen, todos los unitarios no son trinitarios, pero no todos los no trinitarios son unitarios.

En ese lapso de tres siglos la corriente cristiana que se hace más fuerte es la unitaria que se extiende por todo el medio oriente llegando a Atenas y Roma nutriéndose e incorporando la filosofía griega y la tradición helenística, lo mismo que incorporando elementos de la política y la sociedad romana. En este sentido, los unitarios convierten el cristianismo como religión mundial adquiriendo una fuerza impresionante que comienza a criticar la legitimidad del imperio romano al declarar desde la perspectiva holística de “Alhaja” que era la manera como Jesús nombraba en arameo a un ser divino en su época. Traducir “Alhaja” a Dios es un problema porque en la tradición cristiana de occidente nos imaginamos a Dios como un hombre blanco con barba blanca de mayor edad sentado en una nube blanca con un bastón en la mano que nos vigila y castiga. En cambio, “Alhaja” desde un sentido cosmológico podría traducirse como una energía cósmica creadora de vida con inteligencia distinta a ese hombre blanco sentado en una nube que se parece al Zeus griego.

Esta idea cosmológica de “Alhaja” tiene consecuencias políticas porque los profetas del cristianismo unitario cuestionan la legitimidad del emperador y su sequito, porque al ser todos los seres que existimos en el universo parte de esa creación, nadie es esa energía creadora de vida lo que equivale a decir “usted señor emperador, usted Faraón, usted Rey  es un ser humano como cualquier otro, usted no es el enviado de Dios sobre la tierra, usted no es ningún ser sagrado con mayúscula, usted es sagrado con minúscula como todos nosotros, usted es un farsante que en ausencia de la silla vacía que dejo el hijo de Dios sacrificado por ustedes, ahora la ocupan usurpándola en su nombre”.

Llegado ese momento el imperio romano se ve desprestigiado frente a estos cuestionamientos y apela como gancho salvador a la doctrina trinitaria cristiana que transitaba por ahí pero que no era hegemónica, es entonces cuando Constantino y su séquito en el año 324 de la era común se convierten en cristianos (más bien en cristinos) porque no basta con decir que son cristianos sin destruir la doctrina unitaria que era la cultura socializada que cabalgaba la psiquis social, entonces es cuando Constantino y su séquito se reúnen en el congreso de Nicea y hacen una movida política consistente en transformar la cosmología del cristianismo unitario que era una teología de liberación  que producía critica a los poderes terrestres y la convierten en teología de dominación utilizando el Estado imperial con la tesis curiosa de la trinidad que aduce que según Dios trajo a su hijo en la tierra, pero en su  ausencia, Dios trajo por analogía  al emperador como su representante –lindo–.

En este momento el cristianismo se transforma en cristiandad, incurriendo en la construcción de binarios que van a ser importantes en la discusión sobre la modernidad porque se establecen binarios entre los humanos asociados a la nueva divinidad, es decir al emperador, su sequito y creyentes que son todos hombres caídos del cielo que levitan sobre la tierra y la naturaleza que va a ser clasificada como fuerza del demonio o fuerzas del mal, ahora los que no crean en el mundo divino  del emperador y sus creyentes son expulsados  y clasificados en el lado de la naturaleza, es decir del lado del demonio. ¿Qué se comenzó a hacer con los que quedaron del lado del demonio? En un primer momento de la cristiandad románica son crucificados, después cuando el imperio romano cae y aparecen los pequeños reyezuelos propios del mundo feudal europeo son llevados a la hoguera, se mantiene así la misma estructura idolátrica y fetichista de la cristiandad y se traslada del mundo románico al mundo feudal europeo solo que en otro contexto social.

Concluyendo esta primera parte sobre el origen y transformación del cristianismo es pertinente tener en cuenta la siguiente distinción cosmológica: Mientras el cristianismo unitario primitivo, también conocido como mesianismo, pregona un Dios cósmico holístico como energía creadora de vida, el cristianismo trinitario (cristiandad) alude sobre la existencia de un Dios-humano de una región particular del mundo  parecido a un europeo elevado a rango divino, que no es cualquier humano, no es una mujer, no es asiático, ni africano ni un indígena.

Este dualismo va a producir también el patriarcado de la cristiandad donde las mujeres van a ser siempre vistas como sospechosas, como ambiguas entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal, sospechosas de ser tentadas por las fuerzas del demonio, por eso es tan común en esta época la cacería de brujas en el occidente europeo, la tortura y exterminio de los cristianos unitarios, los que alcanzaron a escaparse se refugiaron en el medio oriente.

En términos de la ciencia la cosa no fue mejor, en Europa cualquier científico que estuviera investigando sobre la naturaleza era inmediatamente acusado, perseguido, callado o quemado vivo. Todavía las cartas de Galileo en pleno siglo XVII eran terroríficas, andaba asustadísimo de ser asado vivo como Giordano Bruno y otros.   

Bajo esa cosmovisión dualista que considera a la naturaleza y a los que la investiguen como ser portadores de las fuerzas del demonio, la Europa occidental se hunde en un oscurantismo brutal de 1.400 años que los historiadores eurocéntricos tratan de camuflar. Aquí es fundamental decir que lo que se conoce como edad media-feudal que se nos presenta como universal, no existió por fuera de Europa, fue parroquial, solo se vivió en Europa como historia local, en otras partes del mundo pasaban otras cosas, como el camino de la seda, por ejemplo, que abarcaba una ruta de 8.000 kilómetros que unían vastos territorios que iban desde el mediterráneo hasta el extremo oriente de China, incluso llegaba hasta las Filipinas. Con perdón del señor Hegel que en su historia cosmopolita universal trata de situar a Europa como el culmen de la civilización y a las otras regiones del mundo como infancia de la humanidad al considerar que la historia va de oriente a occidente y no al revés, hoy existen fuentes que indican que la Europa medieval si fue el culmen, pero de la pobreza y el subdesarrollo por más de miles de años. Los europeos realmente dejan de ser parroquiales en el momento en que Colon[AR1]  descubre la ruta del Atlántico y se apoderan del tesoro americano- pero esa es otra historia.

El invento de que Europa moderna tiene su origen en Grecia y Roma es un invento de los románticos del siglo XVIII y aun del XIX porque si bien tuvieron influencia no se originaron desde allí, bastaría leer el libro de Martin Bernal “La Atenea negra” que muestra que los textos griegos estuvieron proscritos en por más de mil años en Europa, si cogían a alguien leyendo un libro griego lo quemaban vivo, los únicos que podían leer estos libros griegos eran los altos teólogos de la iglesia (véase en ‘El nombre de la rosa’).

Por eso los griegos estuvieron reprimidos en Europa por más de mil años, decir que el origen de Europa viene de Grecia cuando estuvieron prohibidos su ciencia y filosofía se cae de su peso. De hecho, la filosofía y la ciencia griega —su aritmética, su geometría— llegan a Europa vía Alandalus por las traducciones que hacen los árabes de esos textos que pasan al-Ándalus —sur de la península ibérica— en los trabajos de filósofos y científicos helénicos como Averroes que era musulmán y Maimónides que era judío. En el resto del mundo la ciencia y la tecnología florecían porque no había ninguna contradicción entre hacer ciencia y tener espiritualidad, es decir, se podía hacer ciencia y como no había dualismo entre fuerzas del bien y fuerzas del mal, cualquier descubrimiento sobre la naturaleza desconocido, era celebrado y aplaudido porque se ha descubierto algo que no se conocía.

Para finalizar, ¿Qué consecuencias tiene el dualismo de la cristiandad en la constitución del mundo moderno? Cuando el cristianismo pasa de ser unitario a trinitario se transforma la visión de unidad con heterogeneidad que tenía la noción de “alhaja” a unidad con homogeneidad de la cristiandad dualista donde se separa la espiritualidad divina de la naturaleza demoniaca. Esta idea de unidad con homogeneidad es constitutiva de los Estados nacionales modernos que se traduce políticamente en que todos somos homogéneos y lo que sea diferente se lanza al lado del demonio, eso comenzó con la conquista de Al-Ándalus en el sur de la península ibérica por parte de la monarquía castellana —España— donde se impone un Estado, una identidad y una población bajo el lema, “cristianízate o te mato”, y el que sea diferente se extermina, se va o se convierte a la fuerza, por eso en esa conquista un montón de musulmanes y judíos que convivían divinamente en al-Ándalus salen corriendo y se van al otro lado del mediterráneo refugiándose en territorios del Islán donde igual convivieron sin problemas.

Ese proceso de genocidio y epistemicidio es constitutivo de la creación del Estado moderno, que comienza con la monarquia castellana-aragonesa que llega a con Colon al Caribe y América con los mismos procedimientos de la conquista de al-Ándalus, después llegaron los otros Estados Europeos coloniales a repartirse los tesoros y tierras americanas y más tarde la misma suerte corrieron África y Asia.

En términos concretos, lo que llegó al Caribe y América y después a todas partes del mundo fue una civilización de muerte que causa genocidio y epistemicidio camuflada con un lenguaje de cientificidad, civilización y después desarrollo cuando en realidad se nos vino una época bárbara que esconde Europa, su fanatismo religioso que moldea y constituye lo que se conoce como modernidad.

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