De vuelta, sin ‘chiva’

De vuelta, sin ‘chiva’

Teo regresa al Junior, en un último baile. Un ídolo, un líder y la esperanza de la hinchada tiburona en tiempos de crisis. ¿Podrá revivir el ‘chateo’ junto a Chará?

Pa’que regrese el ‘chateo’

Por Evo Matrix

En tiempos donde la inmediatez de las redes sociales ha difuminado el concepto de la ‘chiva periodística’, la noticia del regreso de Teófilo Gutiérrez al Junior de Barranquilla no ha sido exclusiva de ningún medio.

Imagen de portada: Composición gráfica por IA y El Muelle Caribe: vuelve Teo —¡bienvenido!—, que para ese escudo se anhela la 11, la estrella 11.

Es más, con las redes en sostenida ebullición, a lo mejor el rey Momo debe estar pensando que ‘La chiva periodística’ hasta pudiera desaparecer —por mera sustracción de materia—, como disfraz del Carnaval de Barranquilla.

Y es que fue el propio alcalde de la capital del Atlántico Álex Char, quien soltó la bomba en redes sociales, confirmando lo que la afición ‘tiburona’ venía sospechando desde hace semanas: Teo vuelve a su casa.

Rumbo a los 40 años de edad, el delantero nacido el 17 de mayo de 1985 en el populoso barrio La Chinita de Barranquilla, está listo para una nueva etapa con el equipo de sus amores.

Tras muchos ‘ires y venires’, que y que no, el vínculo inicial de quien también es llamado ‘El perfume’, será por cuatro meses, hasta el 30 de junio, con la posibilidad de extender su permanencia hasta diciembre.

Más allá del aspecto contractual, este retorno tiene un valor simbólico inmenso: Teo vuelve como ‘hijo pródigo’, con la ilusión de aportar su talento en un momento en el que Junior necesita un revulsivo para mejorar su desempeño en el campeonato. Especialmente, para que se vengan los goles que ganan partido.

El alcalde Barranquilla Alex Char dio a conocer, por redes, la noticia que ya los barranquilleros saboreaban: el regreso de Teo al equipo que lo vio nacer como profesional: Junior.

Teo no es un jugador más en la historia de Junior. Se formó en sus divisiones inferiores y debutó como profesional en 2006. Desde entonces, ha construido una carrera brillante que lo ha llevado por clubes como Racing Club, C.A. Lanús, Cruz Azul, River Plate, Sporting de Lisboa, Rosario Central, Trabzonspor, Deportivo Cali, Atlético Bucaramanga y Real Cartagena. Además, vistió varias veces la camiseta de la selección Colombia, en la cual destacó con actuaciones memorables y goles.

Su legado en Junior va más allá de las estadísticas. Es un ídolo indiscutible, un referente que la hinchada admira no solo por su calidad técnica, sino por su carácter y pasión en la cancha, lo cual lo ha llevado a acumular un récord compartido de tarjetas rojas recibidas.

Algo que recordará por siempre la fanaticada de Teo es esa llave que, en Junior, él formó con Yimmi Chará: un dúo goleador instituido como ‘chateo’, juego de palabras por la similitud entre nombre y apellido y la idea de conexión rápida y efectiva en el campo de juego, tal como ocurre en la inter-comunicación en tiempo real a través de mensajes escritos en plataformas digitales, como aplicaciones de mensajería, redes sociales o chats en línea.

Vuelve el ‘chateo’, una llave futbolística de historia. Y se sumará Bacca, para un ‘bachateo’.

A su regreso, Teo encuentra a Chará, quien también volvió, y el desafío ahora será demostrar que aún tiene la chispa necesaria para marcar diferencias y volver a ‘chatear’ en la cancha. Un ‘chateo’ que el Junior requiere con urgencia. Y con Carlos Bacca, es posible que brille un ‘bachateo’.

El acuerdo entre Teo y Junior es verbal y en las próximas horas se oficializará tras la realización de exámenes médicos. Más allá de su desempeño en estos meses, todo indica que el club le preparará un partido de despedida en el majestuoso estadio Metropolitano Roberto Meléndez, como homenaje a su legado.

Teo es uno de los máximos ídolos en la historia de Junior. Es considerado uno de los mejores jugadores colombianos de su generación, por su habilidad técnica, su velocidad y su capacidad para anotar goles decisivos.

Literalmente, Barranquilla lo ama. Y este regreso —un último baile— es más que una incorporación deportiva, es un tributo a un ídolo que, con su irreverencia, talento y personalidad, ha marcado una era en el Junior de Barranquilla.