Latido compartido

Latido compartido

Evo Matrix se torna sentimental, romántico, para escribir sobre ‘un latido compartido en el tiempo’, igual a decir ‘el amor y la amistad’, y hasta se pasea, evocativo, por Barranquilla.

Imagen de portada: ‘El poder de la amistad’, representado en una obra de arte vibrante. Una imagen premium, generada con IA y tomada de https://www.freepik.es/. En portada, la imagen fue editada en su altura, por cuestiones de formato de diseño.

CRÓNICA SENTIMENTAL

Amor y Amistad: un latido
compartido en el tiempo

A todas y todos mis lectoras y lectores, seguidoras y seguidores de El Muelle Caribe en mi región, mi país y mi mundo, ¡Feliz Día del Amor y la Amistad/2024!

Por Evo Matrix

Es un día cualquiera, al principio, aunque suene poético pensar lo contrario. No hay anuncio en el cielo ni en las calles que avise que el amor y la amistad están por saltar desde las entrañas mismas de la vida cotidiana, para apoderarse de nosotros con un fervor que transforma lo mundano en algo que parece mágico.

En el Caribe colombiano, donde el sol no tiene compasión, pero los corazones arden aún más, este día no es solo una festividad: es un latido compartido en el tiempo, una razón para conectar con esos hilos invisibles que unen las almas, a veces de manera suave y otras con la violencia de una tormenta de agosto.

Hay algo inevitablemente hermoso en la forma en que el amor y la amistad se cuelan en nuestras vidas, y también algo trágico. Porque, ¿qué es más triste que aquel que se queda sin palabras en el momento en que el corazón grita por ser escuchado? Hoy es el día en que esa puerta puede abrirse. Quizá sea una conversación en un parque, una flor entregada en secreto, o un mensaje que viaja por las ondas de la tecnología para aterrizar en el corazón de alguien que tal vez lo esperaba, o tal vez no. Ahí está la magia y la incertidumbre.

Tomada de https://www.parqueygrama.com/, ilustración de una nota titulada 4 ideas románticas para celebrar amor y amistad en Barranquilla. Paseo por el malecon del Río/2019. Y, más que nunca, vigente en 2024.

Desde que tengo memoria, he visto este día convertirse en el terreno de lo no dicho, de lo sentido. En Barranquilla, por ejemplo, las esquinas rebosan de color, y las sonrisas parecen más amplias, como si por fin todo el amor reprimido durante el año encontrara un cauce para desbordarse. El viento cálido, tan característico de nuestra tierra, se convierte en cómplice de las emociones, llevando en su corriente las palabras que no siempre decimos de frente.

En cada esquina, ‘ese man’ que siempre tuvo a alguien en mente, se detiene con un ramo de flores improvisado, y los susurros de una amistad genuina parecen ser parte del murmullo de la ciudad.

Pero este día no es solo para los enamorados de película, no. También está hecho para los que han sabido construir la amistad en medio de los desafíos, para los que, más allá de los destellos románticos, han hallado en el otro un refugio, una risa compartida en medio de la tempestad de la vida. La amistad, tan sutil y poderosa como el amor, también tiene su lugar hoy. En los abrazos que no necesitan palabras y en las miradas que lo dicen todo.

Recuerdo una historia que me contaron hace años, de un hombre llamado Edgardo, quien había conocido el verdadero valor de la amistad en uno de los momentos más oscuros de su vida. Se había enamorado de una mujer con la que había compartido muchos años de felicidad, hasta que ella decidió irse, dejándolo solo, vacío. EWdgardo pensó que no podría recuperarse, que el amor había terminado para siempre. Pero fue entonces cuando un viejo amigo apareció, alguien que, aunque no veía con frecuencia, estaba ahí en el momento exacto. No había promesas grandiosas ni declaraciones heroicas. Simplemente una llamada telefónica, un “¿cómo estás?” que fue suficiente para empezar a sanar.

El amor no se mide solo en los momentos románticos, sino también en esas pequeñas acciones que nos conectan con los demás: ‘La amistad, pintura romance computadora de escritorio‘, tomada de https://www.pngegg.com/

Edgardo, con el tiempo, entendió que el amor no se mide solo en los momentos románticos, sino también en esas pequeñas acciones que nos conectan con los demás. La amistad, en ese sentido, es una forma de amor en su estado más puro, desprovisto de expectativas grandiosas y centrado solo en estar ahí, presente, en lo bueno y en lo malo. Por eso este día, el Día del Amor y la Amistad, tiene un eco especial para aquellos que, como Edgardo, han encontrado en una mano amiga la fuerza para seguir adelante.

Pero volvamos al amor. Porque, al fin y al cabo, este día tiene su epicentro en ese sentimiento que nos arrebata y nos devuelve al mismo tiempo. El amor, tan contradictorio y esencial, se manifiesta de muchas maneras. Puede estar en la sonrisa nerviosa de quien entrega un detalle hecho a mano, en la mirada brillante de quien se atreve a confesar lo que lleva tanto tiempo oculto, o en el simple hecho de compartir un espacio con alguien que nos hace sentir vivos.

Quizá no lo pensamos a menudo, pero el amor, más allá de su vertiente romántica, está en cada rincón de nuestra cotidianidad. En ese abrazo que damos a quien apreciamos, en esa risa compartida con un amigo, y en la ternura con la que cuidamos de los nuestros. No se trata solo de gestos grandilocuentes o de palabras enredadas en la poesía. El amor está en las acciones sencillas, esas que a veces pasamos por alto, pero que son las que realmente sostienen el entramado de nuestras vidas.

Hoy, más que nunca, es importante recordar que el amor y la amistad no son territorios exclusivos de un solo día. Aunque esta fecha sea una excusa para expresarlo con más intensidad —desde lo comercial, lo material—, deberíamos aprender a celebrar estos vínculos todo el tiempo. Porque, al final del día, lo que nos queda no son los regalos ni las palabras bonitas, sino los momentos que compartimos con quienes realmente nos importan. Y es en esos momentos, a veces insignificantes en apariencia, donde se esconde la verdadera magia del amor y la amistad.

Amor, en imagen generada por IA.

El Día del Amor y la Amistad, por tanto, no es solo una celebración efímera, sino un recordatorio. Un recordatorio de que estamos vivos, de que sentimos, de que necesitamos al otro, y de que, a pesar de todo, siempre vale la pena abrir el corazón, aunque sea solo un poco más.

Así, en este día tan especial, mi querido lector, no te olvides de amar. Ama a tus amigos, a tu pareja, a tu familia, ¡amate a ti mismo! Porque el amor, al final de todo, es lo único que realmente trasciende.

A todas y todos mis lectoras y lectores, seguidoras y seguidores de El Muelle Caribe en mi región, mi país y mi mundo, ¡Feliz Día del Amor y la Amistad/2024!